Trailer De La Enfermera De Mi Corazón

martes, 25 de junio de 2013

Capítulo 93……… Este No Es Nuestro Final.

+Septiembre de 1989+

Estaba caminando por todos los jardines de Neverland, otra vez Joanna me estaba jugando la broma de esconderse, mas siempre lo hacía bien. Eso se lo había aprendido a Michael, él también me ayudaba a encontrarla. Pasaba por uno de los arboles más grandes, el favorito de Michael, subí hasta él intentando encontrar a Joanna allí, pero no estaba.

Camine mucho rato hasta que escuche como unos cuantos arbustos se movían, me acerque sigilosamente y en efecto allí estaba Joanna, la tome en mis brazos y comenzó a reír.

Sandra: Por fin te encontré (Le sonreí) Sabes que no me gusta que te alejes tanto de la casa.
Joanna: Si lo siento mami.
Sandra: Bien, vamos que tu padre y todos te andan buscando mi amor.

La lleve cargando y ella me contaba todo lo que había jugado en este tiempo, yo solo le sonreía y la escuchaba atentamente. Llegamos a la casa y allí ya estaba Michael, Soco, Janet y Adrián. Me miraron y sonrieron con alivio.

Michael: ¿Dónde te habías metido mi amor? (Dijo tomando a Joanna en sus brazos)
Joanna: Estaba cerca de tu árbol… ese grandísimo.
Michael: No te vayas tan lejos, te puedes perder.
Joanna: Si ya le prometí a mi mami que no me iría lejos.
Michael: Bien, ve con Soco, ya vamos a comer.
Joanna: Si.

Se desprendió de los brazos de Michael y se fue tras de Soco. Sonreí, pues hacia tan poco era una pequeña bebe que tenía en mis brazos y ahora una niña tan feliz, tan sana y llena de alegría.

Michael: ¿En qué piensas linda? (Dijo tomándome de la cintura)
Sandra: (Puse mis brazos en su cuello) Recordaba cuando la tenía pequeña… me doy cuenta que crese muy rápido… siento que en cualquier momento me traerá a su primer novio o me pedirá un consejo para un chico.
Michael: Espero que con lo de novio se espere… por lo menos a los 30 años.
Sandra: Eres un padre muy celoso.
Michael: ¿Qué quieres? Es mi pequeña princesa (Beso mis labios) ¿Sabes? Hoy te tengo una sorpresa… nos vamos a las 8 de la noche así que te quiero lista.
Sandra: ¿Y a donde me vas a llevar?
Michael: No… es una sorpresa no te diré (Se alejó de mi) Janet sabes a lo que viniste.
Janet: Si ya lo sé Peter (Me tomo de la muñeca) Te la tendré lista en el menor tiempo posible.

Rápidamente comenzó a caminar llevándome con ella, subimos las escaleras y nos metimos en una habitación vacía, me pidió que me bañara y me relajara lo más posible, que ella me dejaría hermosa para esta noche.

Cuando salí comenzó a peinarme y secarme el cabello, en todo este tiempo todo iba muy bien, mi disco era uno de los más vendidos y que decir de mi empresa, Michael estaba enterado de todo lo que yo tenía y todo lo que yo era. Nos contamos muchas cosas que no habíamos tenido tiempo de decirnos.

Cuando termino de hacerme y deshacerme peinados y maquillarme me dio un vestido rojo que ella misma había escogido. Cuando por fin estuve lista habían pasado cerca de 2 horas y ya iban a ser las 8 de la noche, ambas nos sonreímos y decidimos que ya era hora de bajar. Suspire y acompañada de Janet baje a la sala.

Mientras bajaba las escaleras miraba a Michael que estaba con Joanna enfrente, la cual le estaba arreglando la camisa y el cabello. Ella se divertía mucho agarrando su cabello, me escucharon bajar y Michael se volteo hacia mí, me sonrió al igual que mi pequeña.

Joanna: Mami te vez hermosa…
Sandra: Gracias pequeña.
Joanna: ¿Algún día seré igual de hermosa que tú?
Sandra: Un día serás más hermosa que yo mi amor… créeme que ese día ya llego (Bese su frente)
Michael: Mi pequeña lo dice y yo lo reitero… Estas hermosa (Me ofreció su brazo) ¿Nos vamos?
Sandra: (Tomando su brazo) Claro… vamos (Mire a Janet) Ustedes se quedaran con Joanna ¿Verdad?
Adrián: Así es prima, no te preocupes por nada…
Janet: La cuidaremos muy bien.
Michael: Gracias y que no se duerma tarde ¿De acuerdo?
Janet: Si Michael, ya váyanse.

Sonreímos y nos despedimos de todos, para luego salir y subirnos a uno de los autos de Michael. Mientras íbamos al lugar donde Michael me quería llevar íbamos platicando de muchas cosas, cuando parábamos en un semáforo me robaba besos. Parecía como si volviéramos a ser los novios que antes fuimos. Llegamos a un hermoso, muy hermoso, restaurante, estaba casi vacío, solo unos cuantos artistas famosos estaban allí, saludábamos desde lejos y nadie se interrumpía.

Llegamos a una mesa que estaba arreglada con velas y flores, nos sentamos y yo le sonreí. Tomo mi mano y la beso.

Sandra: Amo cuando tienes estos detalles conmigo… pero sabes que no tienes que llenarme de estos detalles cada semana.
Michael: Lo hago porque me gusta ver tu rostro cuando te traigo a algún lado lindo… ahora toco un restaurante formal.

Seguimos platicando y trajeron una cena deliciosa, ambos estábamos platicando de cosas que nos ponían felices, recordando alguna cosas cuando nos conocimos, eso nos hacia reír en especial cuando ambos nos habíamos caído en la alberca y fue unas de las primeras veces que había intentado besarme.

Sandra: Sin duda no me arrepiento todo lo que eh vivido contigo.
Michael: Créeme que yo tampoco y lo volvería a repetir con tal de volverte a tener a ti y a mi pequeña.
Sandra: Yo igual… viviría una y otra vez los buenos y los malos momentos.

Nos sonreímos y seguimos con lo nuestro, ambos no parábamos de sonreír y festejar que otra vez ambos estábamos juntos y que nos quedaríamos así por un largo tiempo.

Michael: ¿Sabes? Me gustaría sellar esta hermosa velada con algo que tal vez no te esperabas…
Sandra: ¿A si? ¿Con que?
Michael: (Se levantó y se arrodillo) Con proponerte que estés toda la vida conmigo… con pedirte que pase lo que pase estés siempre a mi lado… con pedirte que (Abrió una cajita azul y mostro un hermoso anillo) me concedas el honor de ser mi esposa.

Lo mire por un par de segundos esperando que fuera una broma, pero no solo estaba allí con su hermosa sonrisa que me contagio al instante, así que me abalance a su cuello y bese sus labios mientras algunas lágrimas de felicidad se salían de mis ojos.

Michael: ¿Eso es un sí?
Sandra: ¡Claro que sí!

Me volvió a besar y coloco el anillo en mi dedo anular izquierdo, le sonreí y el a mí. Me volvió a besar y se escuchó el aplauso de todas las pocas personas que estaban allí.

Ambos sonreímos y me abrazo fuertemente ¿Qué más podría ser perfecto? Tenía todo lo que quería, una persona que me amara, a mi pequeña Joanna. No quería nada más que esta vida que estaba viviendo.

Después de que comimos el postre decidimos irnos del restaurante, nos paramos en un mirador que dejaba ver toda la hermosa ciudad, yo sonreí y Michael me abrazo por detrás mientras daba un leve beso en el cuello.

Sandra: Te amo Peter.
Michael: Y yo a ti Wendy.

***

+5 de agosto de 1990+

¿Esa de allí era yo? ¿De verdad ese era mi rostro, mi cabello? No podía creer todo lo que miraba, mi cabello estaba envuelto en un raro chongo detrás de mi cabeza, mi cara estaba maquillada ligeramente y me hacía ver realmente hermosa.

Estaba parada frente a un espejo de cuerpo entero, detrás de mi cabeza caía un vello blanco, este estaba atado a mi chongo. Mi cuerpo estaba envuelto en un hermoso vestido de color blanco, este se adhería perfectamente a mi cuerpo haciéndome ver hermosa. Jamás me había visto tan hermosa como en ese momento. De eso estaba segura.

Me miraba de pies a cabeza, hoy era uno de los más hermosos día de mi vida, hoy me casaba con el hombre que amaba con todo mí ser, hoy me casa con la persona y no el artista, hoy me casaba con mi Peter Pan, con mi Michael. Escuche como tocaban mi puerta y después de eso se abría, era mi padre, al entrar me miro y lo hizo con mucho asombro, se acercó a mí y vi lágrimas caerle de los ojos, pero a pesar de eso sonreía.

Roberto: No puedo creer que mi hija ya se vaya a casar… te ves hermosa mi vida, tu madre y tu hermano estarían muy orgullosos por la gran mujer y madre que te has convertido.
Sandra: Daria lo que fuera por tenerlos aquí… pero contigo conmigo, con Miguel todo es mejor…

Las lágrimas querían salir de mis ojos y algunas lágrimas traicioneras lo hicieron, me estaba casando con el amor de mi vida y mi padre estaba conmigo. Miguel  para mí era como un padre, él estuvo allí conmigo cuando más lo necesite, a ambos los amaba con todo mi corazón y ambos estaban conmigo.

Sandra: Gracias papá por estar aquí.
Roberto: Gracias por perdonarme mi vida (Me limpio las lágrimas) Arréglate un poco el maquillaje… ya es hora de que salgas… todos te están esperando.

Solo asentí y me fui a retocar el maquillaje, sonreí a mi padre y este a mí, lo tome del brazo y salimos del cuarto de hotel, caminamos y llegamos a donde sería la boda, todo estaba hermosamente arreglado, la mesas, el altar. Todo, todo era hermoso, una hermosa vista al mar lo hacía más hermoso de lo que ya era.

Al inicio del altar se encontraba Miguel, ambos me entregarían al hombre que amaba y que me amaba, tome del brazo a Miguel y tenía a mis dos padres a mis extremos, cuando la marcha nupcial comenzó a sonar mi cuerpo se tensó, ya era el momento. Comenzamos a caminar y Michael me miraba desde el final de altar. Se miraba guapísimo con su traje negro, mas tenía su toque, algunas hebillas que simplemente me encantaba.

Llegamos y nos encontramos frente a frente, Miguel fue el primero en soltarme, dio mi mano izquierda a Michael y lo miro fijamente.

Miguel: Cuídala… es lo más valioso que tengo aparte de Cristal.
Michael: Así lo hare.

Enseguida mi padre le dio mi mano derecha y cuando Michael y yo las juntamos nos apretó las manos y nos dijo.

Roberto: Espero que sean muy felices juntos que siempre lo estén y que cuides a mi pequeña, la amo y no quiero que la lastimes ¿Okey?
Michael: Jamás lo hare se lo aseguro.

Ellos se alejaron y Michael y yo subimos hasta el alatar, allí estaba el juez que nos iba a casar. No podía contener mis lágrimas, menos cuando tenía a Michael tomado de la mano mirándome a los ojos y diciéndome que juraba amarme por el resto de mis días. Con un acepto de parte de ambos se selló aquello y nos deslizamos los anillos por el dedo anular, cuando puse el anillo en su dedo levante la mirada y mire sus ojos, estaban más hermosos que nunca. Ambos sonreímos y unimos nuestros labios dando por terminada la ceremonia. Enseguida sentimos los flashes y lluvia de pétalos a nuestro alrededor, nuestra pequeña se acercó rápidamente a nosotros y Michael la subió a sus brazos y los tres nos tomamos fotos, la hermosa familia que habíamos pensado alguna vez Michael y yo ahora existía.

Después de la ceremonia y de algunas fotos en el altar y con los invitados fuimos a la otra parte del hotel donde se celebraría una fiesta, Michael y yo habíamos organizado la boda de nuestros sueños, nos sentamos en una mesa que compartíamos con Janet, Adrián, Cristal, Miguel, mi padre, y los padres de Michael, aunque Joseph no estaba mucho en la mesa, Katherine si, también la compartíamos con Elizabeth.

Michael: Fue muy hermosa la ceremonia.
Sandra: Si, lo fue… más porque ahora soy tu esposa.

No parábamos de darnos besos y decirnos cuanto nos amábamos, no queríamos que ese momento terminara. Después de un tiempo una hermosa balada comenzó a sonar y fuimos en medio de la pista y comenzamos a bailar, era todo con el hermoso. Me cantaba la canción al oído y me susurraba hermosas palabras.

En un momento cuando ya el sol se había escondido completamente le pedí a Michael que saliéramos a la playa, este asintió y dejo a Joanna con Janet, tome mi vestido subiéndolo un poco y comenzamos a caminar por la playa. Me tomaba de la cintura y no me soltaba para nada. Yo había tomado un pequeña mochila que tenía guardada en el respaldo de la silla.

Michael: ¿Qué traes en la mochila?
Sandra: ¿Recuerdas… que una vez te dije que mi madre y Carlos querían que los convirtiera en ceniza porque no les gustaban los ataúdes? (Él asintió) Me hicieron prometerles, de algún modo, que cuando ya no necesitara tenerlos cerca que dejara sus cenizas en el mar.

Baje la mochila y saque dos urnas de allí dentro, él me miro con curiosidad y yo le sonreí.

Sandra: Ese día llego hoy… sé que ya puedo dejarlos ir y que no me hará tanta falta su ausencia…

Abrí la primera urna, donde estaba mi madre, suspire y me acerque a la orilla del mar, quite mis zapatillas y el agua toco mis pies, Michael se remango el pantalón y se quitó los zapatos y se puso a mi lado. Suspire y después de pensar bien la cosas comencé a vaciar el contenido en el agua.

La ceniza se perdía cuando tocaba el agua salada, sin poderlo evitar comencé a sentir un vacío dentro, pero sabía que ellos ya tenían que ser liberado de mí, yo no los dejaba descansar y no era justo. Así mismo lo hice con el de Carlos, vertí aquella ceniza en donde lo había hecho con la de mi madre. Cuando el contenido llego a su fin cerré los ojos y avente ambas urnas lejos de mí, sentí como Michael me abrazaba y me daba fuerza, pues esto no era nada fácil.

Michael: Tranquila linda… todo está bien… será mejor que regresemos.
Sandra: Espera, aún falta una.

Tome la última urna que tenía, aquella que no tenía mucho tiempo conmigo, la de Sebastián, Michael me miro sorprendido y luego puso las manos en la urna y evito que la abriera.

Michael: No tienes que hacerlo.
Sandra: Sabes que si… es egoísta que ate personas a mi cuando se merecen descansar… aparte sería un buen comienzo.

Comencé a vaciarla y al igual que las otras dos urnas se vacío por completo y suspire, era difícil, doloroso, pero tenía que seguir con mi vida, con mi familia y con todo lo que viniera adelante.

Sandra: Ahora si será mejor irnos (Dije sonriendo)
Michael: Vámonos amor (Me beso)

Salimos del mar y tomamos nuestros zapatos, comenzamos a caminar agarrados de la mano.

******: ¿Se van tan pronto?

Ambos nos detuvimos, a pesar de que había pasado tanto tiempo que no habíamos escuchado aquella voz la reconocimos, él se sorprendió más que yo y ambos nos volteamos, sonreí, pues allí estaban, mi madre, mi hermano y Sebastián.

Michael: ¿Cómo es posible? (Dijo sin aliento)
Joanna: ¿Te sorprende? (Ella miro a Michael)
Michael: Un poco… ¿Esto… esto… es real?

Se acercó y estuvo a punto de tocar a mi madre a lo que yo le aleje la mano, este me miro extrañado y yo me aclare la garganta.

Sandra: Cuando ellos murieron yo… yo por alguna razón comencé a verlos, intente tocarlos y solo recibí una quemadura por eso (Le mostré mi mano) Jamás he podido tocarlos… (Mire a los tres y sonreí) ¿Qué hacen aquí?
Carlos: Venimos a felicitarlos… por fin están juntos… nada ni nadie pudo separarlos.
Sebastián: Es la mejor noticia que recibimos… cuando supimos que hoy era tu boda… no sabes lo felices que los tres estamos.
Sandra: Yo… no saben lo feliz que estoy de volverlos a ver… pensé que me abandonarían.
Joanna: Sandra, vez, jamás te hemos abandonado.
Sandra: Si, lo sé, todos los días los siento cerca de mí y sé que me cuidan. En especial Carlos.
Carlos: Que bien me conoces, pero queremos decirte una cosa.
Sandra: ¿Cuál?
Joanna: Hoy es un día muy especial y sé que él te hará feliz y te dará mucho amor y sabrá cuidarte de todos los tropiezos que tengan como los que tuvieron.
Sandra: Gracias mamá él me ama y yo lo amo tanto y sé que hemos pasado por mucho pero gracias a ti y a mi hermano hemos salido adelante.
Joanna: Ustedes han salido adelante solos.
Sandra: Los quiero tanto.
Joanna y Carlos: Nosotros también.
Sandra: Siento como… si fuera un dejavu… sé que esto ya ha pasado.
Sebastián: Paso… pero bueno… solo había sido un sueño.

Mi madre se acercó a mí, miraba en sus ojos algo que extrañaba de hace tanto tiempo, esa mirada que jamás podría olvidar, esa mirada de amor y orgullo, ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que la había visto? No sabía, pero había sido mucho, cuando la mire estaba de su altura y pude darme cuenta lo iguales que eran ella y mi pequeña Joanna, inconscientemente deje derramar lágrimas.

Sandra: Mi hija… es idéntica a ti… cuando la veo sonreír te veo a ti…
Joanna: Mi vida… se fuerte por esa pequeña… por ti y por Michael ¿Si? (Yo asentí pues me era imposible hablar)

Me sonrió y luego se terminó de acercar, sentí como sus manos tocaron mis brazos y espere a sentir dolor, pero no fue así, sentí sus calor, sentí sus dedos sobre mi piel, la mire unos segundos y comencé a subir mis manos, al estar cerca de su cara vacile un momento pero luego junte mis manos en sus mejillas, podía tocarla, podía sentirla. Sin esperar la atraje contra mí y la abrace fuertemente mientras comenzaba a llorar.

Años sin poder tocar a mi madre, años sin poderle dar una caricia, un abrazo me eran recompensados en ese momento, sentí como ella también me abrazaba fuertemente y sin duda algo en mi volvió. No tenía ganas de separarme, pero ella lo hizo.

Sandra: ¿Cómo es posible?
Joanna: Es… que los tres nos iremos… ya es hora que los tres nos vayamos.
Sandra: ¿Qué? (Dije en susurro)
Carlos: Es hora que nosotros nos vayamos a descansar…

Él también se acercó y me rodeo rápidamente en sus brazos, millones de recuerdos volvieron a mi cuando sus brazos me rodearon, mi hermano, mi padre por mucho tiempo, mi ejemplo. Él era todo, era mi hermano. Beso mi cabeza mientras me decía “mi princesa” hacia tanto que no escuchaba que me dijeran así que había olvidado lo hermoso que se sentía que me lo dijera él.

Sebastián se acercó a mí, primero miro a Michael y yo también, este solo le sonrió y Sebastián me envolvió en sus brazos, jamás pensé volver a sentir un abrazo de estas personas tan importantes en mi vida, pero todo lo que sufrí con su partida se recompensaban en ese mismo momento.

Sandra: Los amo tanto… a todos.
Joanna: Y nosotros a ti mi niña…
Carlos: Mamá, es hora de irnos…
Joanna: Si, lo se…

Me miro y abrazo por última vez, me tomo del rostro y me beso la mejilla, ambas estábamos derramando lágrimas, pues sabíamos que en mucho tiempo no podríamos estar así, que tendría que pasar demasiado tiempo antes de volvernos a abrazar, Carlos hizo lo mismo, me dijo cuanto me amaba y beso mi frente, pocas veces lo había visto llorar y esa fue una de esas pocas. Sebastián me deseo lo mejor y beso mi mejilla. Michael estaba conmovido por todo y se acercó a mi hermano, su mejor amigo de hace mucho tiempo, se abrazaron y se dijeron adiós sin decir una sola palabra.

Nos miraron por última vez y ellos comenzaron a caminar hacia el agua, esta parecía dura como el pavimento pues los dejaba caminar sobre ella, de pronto solo vimos como los cuerpos de ellos se iluminaban y desaparecían lentamente como si fuera un espejismo, ambos miramos al cielo y vimos 3 estrellas que brillaban fuertemente, la tres estrellas nos decían adiós, para perderse entre el cielo.

Michael: ¿Esta bien amor? (Dijo preocupado)
Sandra: Mejor que nunca (Le sonreí)
Michael: Ven vamos… ya mero es hora de irnos de luna de miel…
Sandra: No me dijiste nunca a donde iríamos… ¿A dónde vamos a ir?
Michael: Mmm…. Es una sorpresa.

Caminamos a donde estaba la fiesta y el tiempo paso demasiado rápido, poco a poco se fue vaciando el lugar y nos quedamos solo los más cercanos.

Elizabeth: ¿Cuándo se van de luna de miel?
Michael: Ahora, no queremos que los paparazis nos sigan… así que decidimos irnos hoy.
Joanna: ¿Se van por mucho tiempo mami?
Sandra: No, volveremos en un mes… pero te vamos a estar hablando a diario.
Joanna: Muy bien… pero me traerán un hermanito ¿Verdad?

Ambos reímos y no miramos. Cuando dio la hora subimos a la habitación y nos pusimos algo mas cómodo para viajar, tomamos las maletas y nos despedimos de todos, fuimos al aeropuerto y entremos al avión privado de Michael, había, por fin, superado el miedo a los aviones, así que cuando ya estábamos volando nos quedamos dormidos.

Michael: Amor… despierta ya llegamos.

Abrí mis ojos lentamente y sentí que el avión estaba detenido, nos levantamos de los asientos y bajamos del avión y mire a mí alrededor, era París, le sonreí, pues era una de las ciudades que más quería visitar.

Sandra: Amo este lugar…

Llegamos al hotel y al entrar a la habitación Michael me tomo de la cintura y me beso mientras me hacía caminar hasta la cama, nos acostábamos mientras nos besábamos y nos decíamos cuanto nos amábamos.

Sandra: Amo este final mi amor.
Michael: No amor, este no es nuestro final… apenas es un inicio (Nos sonreímos) No me cabe duda que encontré a La Enfermera De Mi Corazón.
Sandra: (Me iba a besar pero lo detuve) No, ya no soy enfermera, doctora Sánchez por favor.

Ambos reímos y nos dejamos llevar por lo que sentíamos, volvíamos a encontrarnos y a decirnos cuanto nos amábamos, pero como él había dicho, este no es nuestro final, solo era el inicio de la mejor novela que comenzaba a escribir.


Fin.

(¯`•._++++++++++++++++++++++++++++_.•´¯)

Me siento muy afortuna de haber podido llevar a ustedes esta historia de amor, sé que no eh cumplido la promesa de escribir aunque solo una persona me lea, tengo que decirles que en este tiempo que no eh podido comunicarme con ustedes me han pasado una serie de eventos que lejos de ayudarme me han estado a punto de destruir, no llevo una vida fácil y la verdad es que casi nadie la conoce, eh tenido problemas, demasiados problemas y por lo mismo no eh podido estar aquí con ustedes, hoy termino un capítulo en mi vida que fue toda esta novela, me siento orgullosa pues creo que no termino tan mal. Chicas las que me han dejado comentarios y/o links diciéndome que pase a leer sus novelas créanme que los eh visto y las eh leído… no completas pues no eh terminado pero las eh estado leyendo.

Hay algo que les diré, iba a dejar olvidada esta novela y la otra que tengo vigente, pero comencé a leer los comentarios que escribieron en los últimos capítulos. Muchas dicen que son Fans de mi novela, una chica en especial dijo que me admiraba y que yo era su inspiración, que le encanta mi manera de redactar y fue allí donde me dije que mi trabajo no era en vano y que si aquí en el exterior tenía problemas por lo menos en el mundo de la lectura podía dejarlos de lado. Sé que esa chica reconoció lo que dijo, porque me invito a su blog a leer, no diré el nombre, pero si ella se reconoció entre mis palabras te agradezco que me hayas hecho ver lo mucho que a otras personas les importa mi trabajo, que lo haga bien o mal, es para ustedes.

Gracias por sus comentarios, por sus palabras de aliento, esto fue el último capítulo de “La Enfermera De Mi Corazón” y sin ustedes mis lectoras sé que esto no habría llegado ni al capítulo 10. Seguiré con mi otra novela, mas no prometo escribir una nueva, por el momento, solo me resta decir gracias por su apoyo y espero verlas pronto.

Sandy Jackson.

jueves, 4 de abril de 2013

Capítulo 92……… Ganarme Tu Corazón.


Estaba nerviosa, eran las 9 de la mañana y yo estaba despierta de hace horas, tome de mis cosas, ya empacadas, aquella caja roja de terciopelo, mire con cuidado toda la caja y luego quite mi collar depositándolo allí, ya no lo quería conmigo, no quería nada que me recordara a él. Con un suspiro vi cómo se fue de su habitación y yo comencé a acercarme, deje la caja frente a su peinador, donde tenía todas sus lociones y demás.

Suspire y comencé a caminar a la sala allí se encontraba Joanna, estaba con Soco, estas sonreían y me dio tanto pesar que en un momento más a Joanna se le borraría esa sonrisa.

Sandra: Soco ¿Me dejarías sola con Joanna?
Soco: Si mi niña…

Ella se fue y dejo a Joanna sentada en el sillón yo me puse enfrente de ella, sentada en la pequeña mesita, me miro con sus hermosos ojos y luego sonrió.

Joanna: ¿Qué pasa mami?
Sandra: Nada mi vida… es que tengo que hablar contigo… es importante y muy delicado…
Joanna: ¿De qué? ¿Qué me quieres decir?

Mire sus ojos, esa mirada llena de inocencia, de ternura, acaricie su cabecita y ella cerro los ojos y sonrió más ampliamente y a mí me partió el corazón, suspire y tome sus pequeñas manitas con las mías.

Sandra: ¿Sabes? Cuando los adultos están juntos hay veces que las relaciones no siempre duran… muchas veces por algunas cosas que no son compatibles los adultos se separan… pero los hijos, a los hijos los siguen amando igual, aunque sus padres ya no estén juntos, ellos siguen siendo la prioridad.
Joanna: ¿Qué me estás diciendo mamá?
Sandra: Ayer, yo estaba hablando con tu padre… mi amor él y yo nos vamos a separar, pero ambos te seguiremos amando.

Hubiera dado mi vida para no ver aquellos hermosos ojos tristes, llenos de lágrimas, su boquita formo un puchero, que tal vez en otro momento me resultaría gracioso, pero ahora me dolía.

Joanna: Pero yo no quiero que ustedes se separen (Dijo llorando) ¿Fue mi culpa? ¿Por mí se están separando?
Sandra: ¿Qué? Claro que no, son problemas entre tu papá y yo… (La abrace fuertemente) No quiero que creas eso… tu jamás serás un problema ¿Me entendiste?
Joanna: Si mami… pero ¿Qué va a pasar?
Sandra: Pues, tu y yo nos vamos a ir a vivir a mi casa de Los Ángeles… tu papá podrá visitarte las veces que quiera, te traerá aquí y todo será igual…
Joanna: No, no lo será, tú y mi papi no estarán juntos (Enterró su cabecita en mi cuello) Si tengo miedo él no va a estar allí o tu no vas a estar allí…

No podía aguantar todo esto, era muy doloroso, jamás pensé que me dolería tanto ver a mi pequeña llorar, intente relajarla y cuando lo hacía mire hacia la puerta allí estaban parados Janet y Adrián, al parecer habían escuchado todo y ambos estaban muy sin color en la cara.

Joanna: ¿Papi nos dejó de amar?
Sandra: ¿Qué? Claro que no, él te ama, tanto como yo lo hago… pero ambos hemos decidido que sería mejor que ambos nos separáramos.
Joanna: ¿Mejor para quien mami?
Sandra: Para ti, para nosotros…
Joanna: Pero yo quiero a mis papás juntos, como la familia que somos, no quiero vivir lejos de él y no quiero vivir lejos de ti, de ¡Ninguno de los dos!
Sandra: Tranquila amor mío.

La senté en mis piernas y comencé a mecerla mientras lloraba, ganas incontenibles de llorar no me faltaban, estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para no llorar, bese su cabecita y ella me miro.

Michael: Sandra.

Ambas volteamos a mirarlo, allí seguían Janet y Adrián, rápidamente Joanna se levantó de mis piernas y corrió abrazándose de las piernas de Michael, yo me levante y lo mire, sin querer, con una mirada fría.

Joanna: Papi, dime que lo que me dijo mami no es cierto… dime que no se van a separar.

Imploraba mi pequeña y eso me partió el alma, Michael me miro un segundo y luego se bajó a quedar a la altura de Joanna, le beso la cabeza y suspiro.

Michael: Tu mami y yo tenemos mucho de qué hablar (Sonrió de medio lado) Ve con Janet y con Adrián… (Se levantó y los miro) Pueden distraerla un rato.

Se le acercó al oído a decirle algo a Janet y esta solo asintió cabizbaja, tomo a Joanna en sus brazos, la cual seguía llorando, luego ella se despidió de todos.

Ambos nos miramos sin decir nada, no quería hablar con él, no ahora, escuche como Janet le decía algo a Soco y ella se fue junto con ellos, la casa se quedó completamente sola, solo estábamos él y yo.

Michael: Se te olvido algo en mi habitación.
Sandra: Creo que entiendes la indirecta, pero si quieres cucharla bien (Suspire) No la olvide la deje allí… no la quiero.
Michael: ¿Por qué?
Sandra: No quiero nada que me recuerde a ti ¿Si? (Lo mire fríamente) Si no te importa tengo cosas que hacer… con permiso.

Comencé a caminar alejándome de la sala, pero al pasar por su lado él me tomo del brazo y yo rodé los ojos, me volvió a meter en la sala y me miró fijamente a los ojos.

Sandra: ¿Qué quieres? (Pregunte con fastidio)
Michael: Tenemos que hablar.
Sandra: Amh, ahora no tengo tiempo… aparte no sé de qué quieres hablar si no hay nada que discutir (Dije citando lo que él había dicho ayer) Con permiso.

Me miro frustrado y luego me solté de él para ir a mi habitación, no quería quedarme con él aquí, llegue a mi habitación y cerré la puerta tras de mí. Me dolían los ojos y no debía llorar. Cerré bien las maletas que tenía sobre la cama y las baje para ponerla a un lado de la puerta, cerré un pequeño bolso y lo levante para ponerlo en mi hombro, lleve la mano a mi cuello en busca de aquella joya que ya no estaba allí, extrañaba su peso en mi cuello y lo frio o caliente que estaba sobre mi pecho, escuche como la puerta se abría y me voltee ocultando mi cara de dolor, pero al escuchar unos pasos me di cuenta que era Michael el que había pasado a mi habitación.

Sandra: Como te dije abajo tengo cosas que hacer así que…

Antes de que pudiera hablar o decir alguna otra palabra me tomo fuertemente de la cintura atrayéndome hasta él y uniendo sus labios con los míos, intente alejarlo pero cuando sus labios comenzaron a besarme de esa manera, de aquella manera que podía hacerme volar, solté todo lo que traía sobre mis manos y hombros y lo deje en el suelo mientras Michael seguía haciendo lo suyo. Pero yo lo aleje de mí en un momento.

Sandra: No, basta, no voy a permitir que juegues así conmigo… si piensas que con unos simples besos vas a cambiar todo lo que hiciste en meses estas muy mal.

Lo avente alejándolo de mí y salí de la habitación dejando allí todas mis pertenencias, escuchaba como me seguía y me llamaba mientras caminaba.

Sandra: Vendré mañana por Joanna y por mis cosas (Dije sin dejar de caminar y sin mirarlo)
Michael: (Me tomo de la mano y me acerco a él) No, tú no te vas a ir… no hasta que logre ganar tu corazón.

Intente soltarme pero luego me pego a la pared de la sala y no me dejaba moverme, clavo en mi sus ojos, yo deje de luchar al sentir su cálido aliento sobre mi cuello y el rose de sus labios que subía y bajaba por este.

Michael: Sé que a veces soy un completo idiota… pero no sabes lo mucho que este idiota te ama y sin ti cerca de mí, sin mi pequeña princesa no podría vivir, ambas son todo para mí y sin ustedes yo no soy nada… (Comenzó a morder aquella parte tan sensible de mi cuerpo) Sé que ni con todos los besos y caricias del mundo podre borrar todo este tiempo, pero dame la oportunidad de enmendarlo… no sabes lo mucho que te amo y lo mucho que te necesito.

Cerré los ojos y sentí sus labios sobre los míos, sin miedo comencé a devolverle el beso con la misma intensidad que él me lo daba. Sus labios me hacían perder la cabeza y mis pies comenzaban a fallarme, me tomo en sus brazos y me deposito en el enorme sillón de la sala. Me miro a los ojos mientras se subía sobre de mi apoyando su peso en sus codos, lleve mis manos por su pecho y luego a su nuca donde comencé a jugar con su cabello y luego lo acerque a mis labios que añoraban los suyos.

Con mis manos temblando y con mucho nerviosismo comencé a desabrochar la camisa de él, hasta que esta estaba completamente abierta mostrándome un su pecho color dorado, de un solo tirón se deshizo de mi playera y beso mis hombros haciéndome suspirar.

Escuche como movía algo y luego sentí algo frio sobre mi cuello y bajaba sobre mi pecho, abrí los ojos y mire lo que colgaba, era aquel collar que yo había dejado en su habitación.

Michael: Esto te pertenece, tanto como te pertenece mi corazón… te amo.

Sin dejar que le respondiera volvió y tomo mis labios con los de él, mientras poco a poco se deshacía de mi ropa y yo de la de él me hacía soltar suspiro y gemidos que no lograba retener.

Sandra: Michael… debemos parar… podrían venir los…
Michael: Se quedaran en casa de Adrián… todo este día serás solamente mía… y si me permites toda la eternidad seguirás siendo mía.

Sonreí y seguimos besándonos mientras el día transcurría, me llenaba de caricias y palabras mientras me demostraba que me amaba, haciéndome ver que el cielo existía y solo si estaba yo en sus brazos, solo si ambos nos teníamos el uno al otro.

El día paso y pronto llego la mañana del siguiente día, ambos nos encontrábamos en la cama de Michael sonriéndonos y brindándonos finas caricias, recordando y sonriendo con esos recuerdos.

Nos levantarnos y después de asearnos nos vestimos, ambos bajamos a la cocina y preparamos algo para desayunar. Nos sentamos en la barra mientras nos mirábamos.

Michael: Sé que me equivoque pero créeme que lo que me queda de vida lo quiero pasar contigo a mi lado.
Sandra: Todos nos llegamos a equivocar ¿Qué no? Mejor hay que olvidar todo los malos momentos y recordar los felices (Lo bese levemente) ¿Sabes? Tenemos mucho que contarnos… si recuerdo creo que no hemos hablado cordialmente desde hace mucho tiempo.
Michael: ¿Qué es lo que quieres saber?

Sonreí mientras comenzaba a hacerle algunas pregunta, después de que terminamos de desayunar comenzamos a caminar por los hermosos jardines de Neverland, me hacía recordar lo que hace tantos años me hacía suspirar, sonreí mientras Michael me robaba besos y decía que me amaba más que a ninguna otra persona en el mundo, parecía que habíamos regresado el tiempo a cuando apenas éramos novios, regreso aquel Michael que me había enamorado con una sonrisa, pero tenía a aquel Michael que me había hecho amarlo día con día con su carisma y su sonrisa traviesa que me ponía la piel chinita.


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Proximo Capitulo Gran Final

viernes, 15 de marzo de 2013

Capítulo 91……… Solo En Las Novelas.


+Junio de 1989+

No podría precisar el tiempo que había pasado desde que Sebastián había muerto, jamás me fijo en ese tipo se fechas, tal vez un año o tan solo 10 meses, estábamos en verano y mi niña ya tenía 4 años.

Después de lo ocurrido con Sebastián todo, absolutamente todo había cambiado, Michael no era el mismo conmigo, me evitaba, no me besaba y ni siquiera dormíamos juntos, pensé que se sentiría mal por la muerte de él pero ya ha pasado bastante tiempo, creo que comienzo a desesperarme con esto, a veces creo que me ha dejado de amar.

*****: ¿Sandra? (Voltee a mirar) ¿Qué haces aquí tan sola?
Sandra: Hola Raúl (Le sonreí y suspire) Nada, necesitaba despejarme… ¿Qué haces aquí? ¿Viniste con Lisa?
Raúl: Así es, veníamos a darte algo, pero te lo daré cuando ella este conmigo…
Sandra: Bien, vamos adentro, allí debe de estar.

Comenzamos a caminar hasta la puerta trasera de Neverland, a pesar de que Michael y yo no teníamos la misma relación de antes se negaba a dejarme ir, a veces pienso que lo hacía por Joanna y no por verme a mí.

Lisa: Sandra (Me abrazo) Que bueno que te encontró Raúl.
Sandra: (Le sonreí) Si, me dijo que venían a darme algo ¿Qué es?
Raúl: ¿Dónde está Michael, también queremos dárselo a él?
Sandra: Creo que en su estudio, voy…
Lisa: Raúl ¿Puedes ir?
Raúl: Claro un momento.

Raúl se fue y Lisa me miro a los ojos, me estudio un tiempo y luego suspiro dándome a decir que ya me había descubierto.

Lisa: ¿Qué pasa Sandra?
Sandra: ¿Qué paso con qué?
Lisa: Te conozco lo bastante bien… cuando te pregunto Raúl por él te has puesto mal… tus ojos se pusieron sombríos.
Sandra: Creo que voy a terminar con Michael…
Lisa: ¿¡Por qué!?
Sandra: Porque sé que ya no me ama… no como antes, ya no me besa, me evita… dormimos en habitaciones separadas… (Dije con frustración) Esto me está cansando.
Lisa: ¿Desde cuándo está pasando esto?
Sandra: Desde que murió Sebastián, pensé que le había afectado su muerte pero ya se fue a los extremos.
Lisa: Tienes que hablar con él.

Escuchamos unas risas venir hasta la sala, le indique que guardara silencio y esta solo me sonrió como yo a ella, por la puerta pasaron Michael y Raúl, ambos muy alegres, Michael se puso a mi lado más sin tocarme, mientras Raúl tomaba a Lisa por la cintura.

Lisa: Ahora que ambos están aquí (Sonrió) Les queremos dar esto.

Extendió una carta un poco grande, esta venia envuelta con una cinta de color dorado y en el sello de donde se abría tenían las iniciales “R y L” en letras doradas y en cursiva.

Raúl: Es la invitación a nuestra boda… será muy pronto.
Sandra: ¿Se van a casar? (Pregunte con gran alegría y ellos asintieron) No puedo creerlo… (Abrace a Lisa) Felicidades amiga…
Lisa: Gracias Sandra…
Sandra: (Abrace a Raúl) No saben lo alegre que me puso la noticia (Les sonreí) Claro que estaremos en su boda… cuenten con ello.
Michael: Así es… muchas felicidades.

También los abrazo y los felicito, a pesar de que mi vida no fuera tan buena en estos momentos me alegraba por mis amigos, los cuatro nos sonreímos.

Lisa: ¿Dónde se encuentran Janet y Adrián?
Sandra: Me imagino que en el departamento de Adrián… ya vez esos dos son inseparables (Dije sonriendo)
Raúl: Perfecto, sirve que vamos y a ambos les damos nuestra invitación (Nos sonrió) Bien nos retiramos porque tenemos muchas entregas que hacer.

Se despidieron y otra vez los felicitamos, Michael los acompaño hasta la puerta y yo me quede mirando aquella invitación, era hermosa, pero lo que lo hacía más hermosa era el amor que a ambos se les notaba al entregarla, se amaban y eso se demostraba y se miraba a simple vista, sonreí aunque con cierta melancolía, tenía que hablar con Michael, era urgente que habláramos. Oí cerrarse la puerta y los pasos de Michael acercándose, paso delante de mí y como si no existiera siguió caminando, me arme de valor y lo seguí.

Sandra: ¡Michael! (Se detuvo y me miro) Creo que necesitamos hablar.
Michael: Amh, ahora no tengo tiempo… aparte no sé de qué quieres hablar si no hay nada que discutir.
Sandra: Si lo hay… Michael es de verdad importante que hablemos.

Cuando iba a decir algo, tal vez a negarse a hablar conmigo pareciera que Joanna lo había salvado, llego corriendo y me abrazo por las piernas.

Joanna: Mami, vamos a jugar juntas ¿Si?
Sandra: Joanna yo… (Mire hacia donde estaba Michael, pero él ya había desaparecido) Si mi amor, vamos a jugar… después hablo con tu papi.

Ambas subimos las escaleras y nos metimos a la habitación de ella, le gustaba mucho jugar con muñecas o peluches, creaba historias y yo le seguía el juego. Me recordaba tanto a mí de pequeña, yo jugaba igual, tal vez inventándome amigos imaginarios hasta que llego Lisa.

Hacía mucho que no me divertía como lo estaba haciendo con mi pequeña, sonreía como siempre, dándome ánimos, sus hermosos ojos color café, que se parecían tanto a los de Michael, la hermosa melena y sonrisa encantadora que se parecía a la de mi madre, para mí, mi hermosa princesa era perfecta y me iba a doler mucho que yo y Michael no separáramos, pero ella seguiría siendo lo principal para ambos aunque no estuviéramos juntos.

Pasaron horas, tantas que Soco tuvo que traernos la comida hasta la habitación, comimos y seguimos divirtiéndonos hasta que se hizo de noche y Joanna empezó a tener sueño. La tome en mis brazos y le puse la pijama para después acostarla y quedarme a su lado hasta que sus ojos se cerraran. Al verla por fin dormida salí de su habitación y camine hasta encontrarme a Soco.

Soco: ¿Ya se durmió la pequeña?
Sandra: Así es… se cansó de tanto jugar (Le sonreí) Soco ¿Sabes dónde está Michael?
Soco: Si, está en el jardín… ¿Pasa algo mi niña?
Sandra: No, para nada… iré a hablar con él.

Sin dejar que me hiciera más preguntas me encamine al enorme jardín y comencé a buscarlo, no se me iba a escapar, no esta vez. Al fin después de dar varias vueltas lo encontré en el lago sentado en una banca, suspire y me arme de valor nuevamente.

Sandra: ¿Ahora si tienes tiempo de atenderme?

Se sobre salto y me miro, en un momento suspiro y comenzó a alejarse de mí.

Michael: Ahora no… estoy cansado y…
Sandra: Basta Michael ¿Por qué estas huyendo de mi cada vez que puedes? (Lo mire enojada) Michael no puedo resistir esto... no me besas, no me hablas, ni siquiera dormimos en la misma habitación, eso no lo hacíamos ni cuando éramos amigos… ¿Qué está pasando? ¿Por qué ese cambio?
Michael: Esta bien, si quieres oír todo está bien.
Sandra: Si, eso quiero, saber todo para saber a qué atenerme.
Michael: (Suspiro) Lo que pasa es que yo no puedo competir… me rindo yo no puedo competir contra un muerto.
Sandra: ¿Qué? ¿De qué hablas?
Michael: Yo… yo sabía que amabas a Sebastián y tal vez no quise verlo, por eso estaba siempre detrás de ti, para enamorarte de nuevo, para poder tenerte conmigo, pero no fue así, lo preferiste a él… no puedo competir contra él, ya no puedo.
Sandra: ¿Estas demente? Si, llegue a amar a Sebastián y todo, mas jamás como te llegue a amar a ti, la persona que competía día a día era él, para que yo pudiera olvidarte mas no lo logro, Michael no puedo creer que pienses eso.
Michael: Es que así es, tú lo amas y lo veo… lo vi cuando murió, lo veo cuando miras ese anillo, las cenizas, Sandra no puedes engañarme…
Sandra: Sabes muy bien que estás diciendo una tontería ¿Verdad? Michael guardo este anillo, como guardo esta esclava y estos aretes… cada uno les perteneció a personas importantes a mi… es lo único que tengo para recordarlos, por eso los utilizo, la esclava le perteneció a mi hermano, los aretes a mi madre y el anillo era una promesa que Sebastián no me obligo a cumplir… Michael… si lo ame, pero no lo suficiente como para apartarte de mi corazón.

Me miro pero no dijo nada, no creía en lo que decía, suspire tratando de controlar mi enojo y luego me relaje un poco.

Sandra: ¿Sabes? Solo hay algo que guardo de alguien que está vivo, es lo más valioso que me han dado y no por su valor monetario si no sentimental.

Me lleve la mano a la cadena que colgaba de mi cuello y la levante, el enseguida reconoció aquel hermoso collar, con una esmeralda en el centro y brillantes a los lados. Guarde nuevamente el collar en su lugar y mire a Michael.

Sandra: Si… si de verdad lo hubiera amado más de lo que te amé a ti… no estuviera hablando contigo en este momento… te estaría viendo desde haya arriba con mi niña y Sebastián a mi lado… porque jamás me hubiera bajado de ese avión (Suspire) Estoy hablando contigo de esto… porque no quiero hacer lo que hice esa vez, alejarme de ti solo dejándote una nota. No, quiero hablar contigo y decirte que me iré con mi hija a mi casa de Los Ángeles, no te preocupes permitiré que la veas y la visites cuando quieras, jamás te quitaría ese derecho y esa obligación tuya… mañana hablare con ella y mañana mismo nos vamos a más tardar pasado mañana en la mañana… adiós Michael.

Sin decir nada de ninguno de los dos comencé a caminar, espere escuchar su voz y decirme que no me fuera, que me amaba y todo, mas jamás llego a mis oídos, llegue a mi habitación y me puse la pijama, sin darme cuenta lagrimas comenzaron a mojar mis mejillas. Pensé que después de todo él y yo íbamos a tener nuestro final feliz, nuestra vida juntos con una familia, mas eso solo ocurre en las novelas ¿No?


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Hola chicas, ya sé que ausente mucho tiempo, pero bueno no eh podido ni conectarme al face, el caso es que eh tenido muy poco tiempo, ahora les traigo el nuevo capítulo de mis novelas, espero que les guste y les tengo una noticia, La Enfermera De Mi Corazón está próxima a acabarse, si se acaba en el capítulo 93 o sea contando este otros dos, tranquilas, espero escribir otra y en cuanto a Amor Prohibido esa seguirá, bueno les quería decir que hay nuevas chicas, a las que quiero darles la bienvenida, unas me dicen que ya leen mi novela de hace tiempo mas no comentaba, pues sigan animándose a comentar que es lo que me hace escribir, bien les dejo el capítulo y también quiero decirles, algunas saben que aparte de MJ me gusta Il Volo, las que no sabían pues, ahora  lo saben, el caso es que estoy publicando una novela de uno de los integrantes Ignazio Bochetto, es en una página de Facebook, si quieren pasarse a leerla aquí les dejo el link, léanla según yo le pongo mucho empeño :) cuídense nos vemos pronto.