Trailer De La Enfermera De Mi Corazón

jueves, 4 de abril de 2013

Capítulo 92……… Ganarme Tu Corazón.


Estaba nerviosa, eran las 9 de la mañana y yo estaba despierta de hace horas, tome de mis cosas, ya empacadas, aquella caja roja de terciopelo, mire con cuidado toda la caja y luego quite mi collar depositándolo allí, ya no lo quería conmigo, no quería nada que me recordara a él. Con un suspiro vi cómo se fue de su habitación y yo comencé a acercarme, deje la caja frente a su peinador, donde tenía todas sus lociones y demás.

Suspire y comencé a caminar a la sala allí se encontraba Joanna, estaba con Soco, estas sonreían y me dio tanto pesar que en un momento más a Joanna se le borraría esa sonrisa.

Sandra: Soco ¿Me dejarías sola con Joanna?
Soco: Si mi niña…

Ella se fue y dejo a Joanna sentada en el sillón yo me puse enfrente de ella, sentada en la pequeña mesita, me miro con sus hermosos ojos y luego sonrió.

Joanna: ¿Qué pasa mami?
Sandra: Nada mi vida… es que tengo que hablar contigo… es importante y muy delicado…
Joanna: ¿De qué? ¿Qué me quieres decir?

Mire sus ojos, esa mirada llena de inocencia, de ternura, acaricie su cabecita y ella cerro los ojos y sonrió más ampliamente y a mí me partió el corazón, suspire y tome sus pequeñas manitas con las mías.

Sandra: ¿Sabes? Cuando los adultos están juntos hay veces que las relaciones no siempre duran… muchas veces por algunas cosas que no son compatibles los adultos se separan… pero los hijos, a los hijos los siguen amando igual, aunque sus padres ya no estén juntos, ellos siguen siendo la prioridad.
Joanna: ¿Qué me estás diciendo mamá?
Sandra: Ayer, yo estaba hablando con tu padre… mi amor él y yo nos vamos a separar, pero ambos te seguiremos amando.

Hubiera dado mi vida para no ver aquellos hermosos ojos tristes, llenos de lágrimas, su boquita formo un puchero, que tal vez en otro momento me resultaría gracioso, pero ahora me dolía.

Joanna: Pero yo no quiero que ustedes se separen (Dijo llorando) ¿Fue mi culpa? ¿Por mí se están separando?
Sandra: ¿Qué? Claro que no, son problemas entre tu papá y yo… (La abrace fuertemente) No quiero que creas eso… tu jamás serás un problema ¿Me entendiste?
Joanna: Si mami… pero ¿Qué va a pasar?
Sandra: Pues, tu y yo nos vamos a ir a vivir a mi casa de Los Ángeles… tu papá podrá visitarte las veces que quiera, te traerá aquí y todo será igual…
Joanna: No, no lo será, tú y mi papi no estarán juntos (Enterró su cabecita en mi cuello) Si tengo miedo él no va a estar allí o tu no vas a estar allí…

No podía aguantar todo esto, era muy doloroso, jamás pensé que me dolería tanto ver a mi pequeña llorar, intente relajarla y cuando lo hacía mire hacia la puerta allí estaban parados Janet y Adrián, al parecer habían escuchado todo y ambos estaban muy sin color en la cara.

Joanna: ¿Papi nos dejó de amar?
Sandra: ¿Qué? Claro que no, él te ama, tanto como yo lo hago… pero ambos hemos decidido que sería mejor que ambos nos separáramos.
Joanna: ¿Mejor para quien mami?
Sandra: Para ti, para nosotros…
Joanna: Pero yo quiero a mis papás juntos, como la familia que somos, no quiero vivir lejos de él y no quiero vivir lejos de ti, de ¡Ninguno de los dos!
Sandra: Tranquila amor mío.

La senté en mis piernas y comencé a mecerla mientras lloraba, ganas incontenibles de llorar no me faltaban, estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para no llorar, bese su cabecita y ella me miro.

Michael: Sandra.

Ambas volteamos a mirarlo, allí seguían Janet y Adrián, rápidamente Joanna se levantó de mis piernas y corrió abrazándose de las piernas de Michael, yo me levante y lo mire, sin querer, con una mirada fría.

Joanna: Papi, dime que lo que me dijo mami no es cierto… dime que no se van a separar.

Imploraba mi pequeña y eso me partió el alma, Michael me miro un segundo y luego se bajó a quedar a la altura de Joanna, le beso la cabeza y suspiro.

Michael: Tu mami y yo tenemos mucho de qué hablar (Sonrió de medio lado) Ve con Janet y con Adrián… (Se levantó y los miro) Pueden distraerla un rato.

Se le acercó al oído a decirle algo a Janet y esta solo asintió cabizbaja, tomo a Joanna en sus brazos, la cual seguía llorando, luego ella se despidió de todos.

Ambos nos miramos sin decir nada, no quería hablar con él, no ahora, escuche como Janet le decía algo a Soco y ella se fue junto con ellos, la casa se quedó completamente sola, solo estábamos él y yo.

Michael: Se te olvido algo en mi habitación.
Sandra: Creo que entiendes la indirecta, pero si quieres cucharla bien (Suspire) No la olvide la deje allí… no la quiero.
Michael: ¿Por qué?
Sandra: No quiero nada que me recuerde a ti ¿Si? (Lo mire fríamente) Si no te importa tengo cosas que hacer… con permiso.

Comencé a caminar alejándome de la sala, pero al pasar por su lado él me tomo del brazo y yo rodé los ojos, me volvió a meter en la sala y me miró fijamente a los ojos.

Sandra: ¿Qué quieres? (Pregunte con fastidio)
Michael: Tenemos que hablar.
Sandra: Amh, ahora no tengo tiempo… aparte no sé de qué quieres hablar si no hay nada que discutir (Dije citando lo que él había dicho ayer) Con permiso.

Me miro frustrado y luego me solté de él para ir a mi habitación, no quería quedarme con él aquí, llegue a mi habitación y cerré la puerta tras de mí. Me dolían los ojos y no debía llorar. Cerré bien las maletas que tenía sobre la cama y las baje para ponerla a un lado de la puerta, cerré un pequeño bolso y lo levante para ponerlo en mi hombro, lleve la mano a mi cuello en busca de aquella joya que ya no estaba allí, extrañaba su peso en mi cuello y lo frio o caliente que estaba sobre mi pecho, escuche como la puerta se abría y me voltee ocultando mi cara de dolor, pero al escuchar unos pasos me di cuenta que era Michael el que había pasado a mi habitación.

Sandra: Como te dije abajo tengo cosas que hacer así que…

Antes de que pudiera hablar o decir alguna otra palabra me tomo fuertemente de la cintura atrayéndome hasta él y uniendo sus labios con los míos, intente alejarlo pero cuando sus labios comenzaron a besarme de esa manera, de aquella manera que podía hacerme volar, solté todo lo que traía sobre mis manos y hombros y lo deje en el suelo mientras Michael seguía haciendo lo suyo. Pero yo lo aleje de mí en un momento.

Sandra: No, basta, no voy a permitir que juegues así conmigo… si piensas que con unos simples besos vas a cambiar todo lo que hiciste en meses estas muy mal.

Lo avente alejándolo de mí y salí de la habitación dejando allí todas mis pertenencias, escuchaba como me seguía y me llamaba mientras caminaba.

Sandra: Vendré mañana por Joanna y por mis cosas (Dije sin dejar de caminar y sin mirarlo)
Michael: (Me tomo de la mano y me acerco a él) No, tú no te vas a ir… no hasta que logre ganar tu corazón.

Intente soltarme pero luego me pego a la pared de la sala y no me dejaba moverme, clavo en mi sus ojos, yo deje de luchar al sentir su cálido aliento sobre mi cuello y el rose de sus labios que subía y bajaba por este.

Michael: Sé que a veces soy un completo idiota… pero no sabes lo mucho que este idiota te ama y sin ti cerca de mí, sin mi pequeña princesa no podría vivir, ambas son todo para mí y sin ustedes yo no soy nada… (Comenzó a morder aquella parte tan sensible de mi cuerpo) Sé que ni con todos los besos y caricias del mundo podre borrar todo este tiempo, pero dame la oportunidad de enmendarlo… no sabes lo mucho que te amo y lo mucho que te necesito.

Cerré los ojos y sentí sus labios sobre los míos, sin miedo comencé a devolverle el beso con la misma intensidad que él me lo daba. Sus labios me hacían perder la cabeza y mis pies comenzaban a fallarme, me tomo en sus brazos y me deposito en el enorme sillón de la sala. Me miro a los ojos mientras se subía sobre de mi apoyando su peso en sus codos, lleve mis manos por su pecho y luego a su nuca donde comencé a jugar con su cabello y luego lo acerque a mis labios que añoraban los suyos.

Con mis manos temblando y con mucho nerviosismo comencé a desabrochar la camisa de él, hasta que esta estaba completamente abierta mostrándome un su pecho color dorado, de un solo tirón se deshizo de mi playera y beso mis hombros haciéndome suspirar.

Escuche como movía algo y luego sentí algo frio sobre mi cuello y bajaba sobre mi pecho, abrí los ojos y mire lo que colgaba, era aquel collar que yo había dejado en su habitación.

Michael: Esto te pertenece, tanto como te pertenece mi corazón… te amo.

Sin dejar que le respondiera volvió y tomo mis labios con los de él, mientras poco a poco se deshacía de mi ropa y yo de la de él me hacía soltar suspiro y gemidos que no lograba retener.

Sandra: Michael… debemos parar… podrían venir los…
Michael: Se quedaran en casa de Adrián… todo este día serás solamente mía… y si me permites toda la eternidad seguirás siendo mía.

Sonreí y seguimos besándonos mientras el día transcurría, me llenaba de caricias y palabras mientras me demostraba que me amaba, haciéndome ver que el cielo existía y solo si estaba yo en sus brazos, solo si ambos nos teníamos el uno al otro.

El día paso y pronto llego la mañana del siguiente día, ambos nos encontrábamos en la cama de Michael sonriéndonos y brindándonos finas caricias, recordando y sonriendo con esos recuerdos.

Nos levantarnos y después de asearnos nos vestimos, ambos bajamos a la cocina y preparamos algo para desayunar. Nos sentamos en la barra mientras nos mirábamos.

Michael: Sé que me equivoque pero créeme que lo que me queda de vida lo quiero pasar contigo a mi lado.
Sandra: Todos nos llegamos a equivocar ¿Qué no? Mejor hay que olvidar todo los malos momentos y recordar los felices (Lo bese levemente) ¿Sabes? Tenemos mucho que contarnos… si recuerdo creo que no hemos hablado cordialmente desde hace mucho tiempo.
Michael: ¿Qué es lo que quieres saber?

Sonreí mientras comenzaba a hacerle algunas pregunta, después de que terminamos de desayunar comenzamos a caminar por los hermosos jardines de Neverland, me hacía recordar lo que hace tantos años me hacía suspirar, sonreí mientras Michael me robaba besos y decía que me amaba más que a ninguna otra persona en el mundo, parecía que habíamos regresado el tiempo a cuando apenas éramos novios, regreso aquel Michael que me había enamorado con una sonrisa, pero tenía a aquel Michael que me había hecho amarlo día con día con su carisma y su sonrisa traviesa que me ponía la piel chinita.


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Proximo Capitulo Gran Final

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