Estaba
nerviosa, eran las 9 de la mañana y yo estaba despierta de hace horas, tome de
mis cosas, ya empacadas, aquella caja roja de terciopelo, mire con cuidado toda
la caja y luego quite mi collar depositándolo allí, ya no lo quería conmigo, no
quería nada que me recordara a él. Con un suspiro vi cómo se fue de su
habitación y yo comencé a acercarme, deje la caja frente a su peinador, donde tenía
todas sus lociones y demás.
Suspire
y comencé a caminar a la sala allí se encontraba Joanna, estaba con Soco, estas
sonreían y me dio tanto pesar que en un momento más a Joanna se le borraría esa
sonrisa.
Sandra: Soco ¿Me
dejarías sola con Joanna?
Soco: Si mi niña…
Ella
se fue y dejo a Joanna sentada en el sillón yo me puse enfrente de ella,
sentada en la pequeña mesita, me miro con sus hermosos ojos y luego sonrió.
Joanna: ¿Qué pasa
mami?
Sandra: Nada mi vida…
es que tengo que hablar contigo… es importante y muy delicado…
Joanna: ¿De qué? ¿Qué
me quieres decir?
Mire
sus ojos, esa mirada llena de inocencia, de ternura, acaricie su cabecita y
ella cerro los ojos y sonrió más ampliamente y a mí me partió el corazón,
suspire y tome sus pequeñas manitas con las mías.
Sandra: ¿Sabes?
Cuando los adultos están juntos hay veces que las relaciones no siempre duran…
muchas veces por algunas cosas que no son compatibles los adultos se separan…
pero los hijos, a los hijos los siguen amando igual, aunque sus padres ya no
estén juntos, ellos siguen siendo la prioridad.
Joanna: ¿Qué me estás
diciendo mamá?
Sandra: Ayer, yo
estaba hablando con tu padre… mi amor él y yo nos vamos a separar, pero ambos
te seguiremos amando.
Hubiera
dado mi vida para no ver aquellos hermosos ojos tristes, llenos de lágrimas, su
boquita formo un puchero, que tal vez en otro momento me resultaría gracioso,
pero ahora me dolía.
Joanna: Pero yo no
quiero que ustedes se separen (Dijo llorando) ¿Fue mi culpa? ¿Por mí se están
separando?
Sandra: ¿Qué? Claro
que no, son problemas entre tu papá y yo… (La abrace fuertemente) No quiero que
creas eso… tu jamás serás un problema ¿Me entendiste?
Joanna: Si mami… pero
¿Qué va a pasar?
Sandra: Pues, tu y yo
nos vamos a ir a vivir a mi casa de Los Ángeles… tu papá podrá visitarte las
veces que quiera, te traerá aquí y todo será igual…
Joanna: No, no lo
será, tú y mi papi no estarán juntos (Enterró su cabecita en mi cuello) Si
tengo miedo él no va a estar allí o tu no vas a estar allí…
No
podía aguantar todo esto, era muy doloroso, jamás pensé que me dolería tanto
ver a mi pequeña llorar, intente relajarla y cuando lo hacía mire hacia la
puerta allí estaban parados Janet y Adrián, al parecer habían escuchado todo y
ambos estaban muy sin color en la cara.
Joanna: ¿Papi nos dejó
de amar?
Sandra: ¿Qué? Claro
que no, él te ama, tanto como yo lo hago… pero ambos hemos decidido que sería
mejor que ambos nos separáramos.
Joanna: ¿Mejor para
quien mami?
Sandra: Para ti, para
nosotros…
Joanna: Pero yo
quiero a mis papás juntos, como la familia que somos, no quiero vivir lejos de
él y no quiero vivir lejos de ti, de ¡Ninguno de los dos!
Sandra: Tranquila
amor mío.
La
senté en mis piernas y comencé a mecerla mientras lloraba, ganas incontenibles
de llorar no me faltaban, estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para no
llorar, bese su cabecita y ella me miro.
Michael: Sandra.
Ambas
volteamos a mirarlo, allí seguían Janet y Adrián, rápidamente Joanna se levantó
de mis piernas y corrió abrazándose de las piernas de Michael, yo me levante y
lo mire, sin querer, con una mirada fría.
Joanna: Papi, dime
que lo que me dijo mami no es cierto… dime que no se van a separar.
Imploraba
mi pequeña y eso me partió el alma, Michael me miro un segundo y luego se bajó
a quedar a la altura de Joanna, le beso la cabeza y suspiro.
Michael: Tu mami y yo
tenemos mucho de qué hablar (Sonrió de medio lado) Ve con Janet y con Adrián…
(Se levantó y los miro) Pueden distraerla un rato.
Se
le acercó al oído a decirle algo a Janet y esta solo asintió cabizbaja, tomo a
Joanna en sus brazos, la cual seguía llorando, luego ella se despidió de todos.
Ambos
nos miramos sin decir nada, no quería hablar con él, no ahora, escuche como Janet
le decía algo a Soco y ella se fue junto con ellos, la casa se quedó
completamente sola, solo estábamos él y yo.
Michael: Se te olvido
algo en mi habitación.
Sandra: Creo que
entiendes la indirecta, pero si quieres cucharla bien (Suspire) No la olvide la
deje allí… no la quiero.
Michael: ¿Por qué?
Sandra: No quiero
nada que me recuerde a ti ¿Si? (Lo mire fríamente) Si no te importa tengo cosas
que hacer… con permiso.
Comencé
a caminar alejándome de la sala, pero al pasar por su lado él me tomo del brazo
y yo rodé los ojos, me volvió a meter en la sala y me miró fijamente a los
ojos.
Sandra: ¿Qué quieres?
(Pregunte con fastidio)
Michael: Tenemos que
hablar.
Sandra:
Amh,
ahora no tengo tiempo… aparte no sé de qué quieres hablar si no hay nada que
discutir (Dije citando lo que él había dicho ayer) Con permiso.
Me
miro frustrado y luego me solté de él para ir a mi habitación, no quería
quedarme con él aquí, llegue a mi habitación y cerré la puerta tras de mí. Me
dolían los ojos y no debía llorar. Cerré bien las maletas que tenía sobre la
cama y las baje para ponerla a un lado de la puerta, cerré un pequeño bolso y
lo levante para ponerlo en mi hombro, lleve la mano a mi cuello en busca de
aquella joya que ya no estaba allí, extrañaba su peso en mi cuello y lo frio o
caliente que estaba sobre mi pecho, escuche como la puerta se abría y me voltee
ocultando mi cara de dolor, pero al escuchar unos pasos me di cuenta que era
Michael el que había pasado a mi habitación.
Sandra: Como te dije
abajo tengo cosas que hacer así que…
Antes
de que pudiera hablar o decir alguna otra palabra me tomo fuertemente de la
cintura atrayéndome hasta él y uniendo sus labios con los míos, intente
alejarlo pero cuando sus labios comenzaron a besarme de esa manera, de aquella
manera que podía hacerme volar, solté todo lo que traía sobre mis manos y
hombros y lo deje en el suelo mientras Michael seguía haciendo lo suyo. Pero yo
lo aleje de mí en un momento.
Sandra: No, basta, no
voy a permitir que juegues así conmigo… si piensas que con unos simples besos
vas a cambiar todo lo que hiciste en meses estas muy mal.
Lo
avente alejándolo de mí y salí de la habitación dejando allí todas mis
pertenencias, escuchaba como me seguía y me llamaba mientras caminaba.
Sandra: Vendré mañana
por Joanna y por mis cosas (Dije sin dejar de caminar y sin mirarlo)
Michael: (Me tomo de
la mano y me acerco a él) No, tú no te vas a ir… no hasta que logre ganar tu
corazón.
Intente
soltarme pero luego me pego a la pared de la sala y no me dejaba moverme, clavo
en mi sus ojos, yo deje de luchar al sentir su cálido aliento sobre mi cuello y
el rose de sus labios que subía y bajaba por este.
Michael: Sé que a
veces soy un completo idiota… pero no sabes lo mucho que este idiota te ama y
sin ti cerca de mí, sin mi pequeña princesa no podría vivir, ambas son todo
para mí y sin ustedes yo no soy nada… (Comenzó a morder aquella parte tan
sensible de mi cuerpo) Sé que ni con todos los besos y caricias del mundo podre
borrar todo este tiempo, pero dame la oportunidad de enmendarlo… no sabes lo
mucho que te amo y lo mucho que te necesito.
Cerré
los ojos y sentí sus labios sobre los míos, sin miedo comencé a devolverle el
beso con la misma intensidad que él me lo daba. Sus labios me hacían perder la
cabeza y mis pies comenzaban a fallarme, me tomo en sus brazos y me deposito en
el enorme sillón de la sala. Me miro a los ojos mientras se subía sobre de mi
apoyando su peso en sus codos, lleve mis manos por su pecho y luego a su nuca
donde comencé a jugar con su cabello y luego lo acerque a mis labios que
añoraban los suyos.
Con
mis manos temblando y con mucho nerviosismo comencé a desabrochar la camisa de
él, hasta que esta estaba completamente abierta mostrándome un su pecho color
dorado, de un solo tirón se deshizo de mi playera y beso mis hombros haciéndome
suspirar.
Escuche
como movía algo y luego sentí algo frio sobre mi cuello y bajaba sobre mi
pecho, abrí los ojos y mire lo que colgaba, era aquel collar que yo había
dejado en su habitación.
Michael: Esto te pertenece,
tanto como te pertenece mi corazón… te amo.
Sin
dejar que le respondiera volvió y tomo mis labios con los de él, mientras poco
a poco se deshacía de mi ropa y yo de la de él me hacía soltar suspiro y gemidos
que no lograba retener.
Sandra: Michael…
debemos parar… podrían venir los…
Michael: Se quedaran
en casa de Adrián… todo este día serás solamente mía… y si me permites toda la
eternidad seguirás siendo mía.
Sonreí
y seguimos besándonos mientras el día transcurría, me llenaba de caricias y
palabras mientras me demostraba que me amaba, haciéndome ver que el cielo existía
y solo si estaba yo en sus brazos, solo si ambos nos teníamos el uno al otro.
El
día paso y pronto llego la mañana del siguiente día, ambos nos encontrábamos en
la cama de Michael sonriéndonos y brindándonos finas caricias, recordando y
sonriendo con esos recuerdos.
Nos
levantarnos y después de asearnos nos vestimos, ambos bajamos a la cocina y
preparamos algo para desayunar. Nos sentamos en la barra mientras nos
mirábamos.
Michael: Sé que me
equivoque pero créeme que lo que me queda de vida lo quiero pasar contigo a mi
lado.
Sandra: Todos nos
llegamos a equivocar ¿Qué no? Mejor hay que olvidar todo los malos momentos y
recordar los felices (Lo bese levemente) ¿Sabes? Tenemos mucho que contarnos…
si recuerdo creo que no hemos hablado cordialmente desde hace mucho tiempo.
Michael: ¿Qué es lo
que quieres saber?
Sonreí
mientras comenzaba a hacerle algunas pregunta, después de que terminamos de
desayunar comenzamos a caminar por los hermosos jardines de Neverland, me hacía
recordar lo que hace tantos años me hacía suspirar, sonreí mientras Michael me
robaba besos y decía que me amaba más que a ninguna otra persona en el mundo,
parecía que habíamos regresado el tiempo a cuando apenas éramos novios, regreso
aquel Michael que me había enamorado con una sonrisa, pero tenía a aquel
Michael que me había hecho amarlo día con día con su carisma y su sonrisa
traviesa que me ponía la piel chinita.
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Proximo Capitulo Gran Final
WoW pobre Sandra y pobre Michael
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