Trailer De La Enfermera De Mi Corazón

sábado, 22 de octubre de 2011

Capitulo 55……… Renuncio.


Seguía abrazada a Michael mientras las gotas de agua caían por mis mejillas, no me quería levantar, pero ya llevábamos una hora ahí.

Michael: Vamos amor, nos podemos enfermar, será mejor que vayamos a casa.
Sandra: Si, creo que si es mejor irnos.

Nos levantamos de la banca y me tomo de la mano, caminamos tranquilamente por la calle, para llegar al hospital, íbamos muy cayados, no quería hablar y por lo visto el tampoco, pero me entro una curiosidad.

Sandra: ¿Cómo le hiciste para llegar tan rápido?
Michael: Vine con Mark, agarre el Camaro, creyendo que te iba a alcanzar.
Sandra: Sueñas un Camaro es nada cuando tiene un Corvette, debería enseñarte un poco de carros.
Michael: Si, me enseñaras después.

Me dio un beso en la mejilla y me hiso sonreír, cuando llegamos al hospital no traía ganas de manejar.

Sandra: ¿Mark se fue?
Michael: Si, preferí quedarme solo yo contigo.
Sandra: Gracias, ¿Me haces un favor?
Michael: Claro hermosa.
Sandra: No tengo nada de ganas de manejar (Dándole las llaves) ¿Te lo podrías llevar tu?
Michael: ¿Segura?
Sandra: Si (Dije caminando a la puerta del copiloto)
Michael: Bueno.

Abrió el carro y los dos entramos, nos pusimos el cinturón y emprendimos caminos, con enfrenada ya que Michael seguía igual, no había aprendido a manejar estándar, pero la verdad estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando llegamos a mi casa, claro no iríamos a Neverland, estaba cayendo una tormenta, de seguro la carretera estaría muy peligrosa, llegamos y Michael me ayudo a bajar, como dije no me había dando cuenta, camine y abrí la puerta con las llaves, entramos y me tumbe en el sillón, Michael se puso a mi lado, después me recosté quedando mi cabeza en sus piernas.

Michael: (Acariciándome el cabello) Amor tranquila.
Sandra: Estoy tranquila, pero muy decepciona no puede ser que haya sido así con mi madre, con mi hermano, no entiendo porque fue así.
Michael: Deja de pensar en él, no vale la pena que sigas pensando, no sé como permití que encontraras esos papeles.
Sandra: No es tu culpa, algún día me tenía que enterar y fue mejor desde ahorita, pero se veía tan diferente, como podía ser así.
Michael: Nunca juzgues un libro por su portada.
Sandra: (Suspirando) Si tienes razón, será mejor que nos cambiemos, como dijiste nos podemos enfermar.

Me di un baño y cuando salí Michael se metería.

Sandra: Iré a buscar algo de ropa para ti.
Michael: Gracias amor (Dijo y me dio un beso en la mejilla)

Subí hacia los cuartos y decidí entrar al de mi hermano, hacia tanto que no lo hacía, estaba igual de cómo lo deje, las sabanas arriba de los muebles para que no se llenaran de polvo, todo perfectamente ordenado.

Recorrí con la mirada cada rincón de la habitación, pero mis ojos captaron algo fuera de lo normal, había un pequeño osito color café, me acerque a él y lo tome entre mis manos al tierno osito, lo reconocía.

******: No me digas que no te acuerdas de él.
Sandra: (Dándome la vuelta) Carlos, claro que me acuerdo de él, tú me lo regalaste cuando tenía 5 años ¿Oh me equivoco?
Carlos: Si te equivocas, te lo regale cuando tenías 6.
Sandra: ¿Qué es un año? Pensé que se había perdido cuando me vine de México para acá.
Carlos: Así fue, pero decidió regresar.
Sandra: (Jugando con el oso) Pensé que nunca regresarías (Mire a mi hermano dándome una hermosa sonrisa, pero me acorde de lo acontecido antes)
Carlos: Mi reina, tranquila, como dice Mike, el no vale la pena, el no merece que te sientas mal.
Sandra: Yo lo sé, pero a mí me duele cuando los tocan a ustedes y lo que más me duele fue que yo lo tenía en un pedestal, que era amable y todo eso, pero me defraudo era una simple pantalla.
Carlos: No lo juzgues, tal vez tubo sus razones.
Sandra: Ninguna razón es válida para tratar a una persona como él lo hiso contigo y mamá (Baje la mirada y lo volví a ver) Como quisiera abrazarte.
Carlos: Si yo también, extraño cuando te hacia cosquillas hasta que me pedias clemencia.
Sandra: (Riendo) De puras cosas feas te acuerdas (Oyendo que Mike salía del baño) Creo que ya es hora de que te vayas.
Carlos: Si, tengo que advertirte, llegaran momentos muy difíciles y tendrás que saberlos llevar.
Sandra: ¿Qué momentos…? (Se desvaneció antes de poderle preguntar)

Suspire y me puse a buscar entre los cajones de Carlos algo que prestarle a Michael y lo conseguí baje y se lo di, el subió a cambiarse mientras yo me quede en la sala pensando, ¿Qué me habrá querido decir con esa advertencia? Más problemas no podía tener.

Me quede divagando un tiempo mientras Michael se alistaba, después llego y se sentó a mi lado viéndome muy tierno, para después tomar al pequeño osito de mis manos.

Michael: ¿Quién es este pequeño amiguito?
Sandra: (Viéndolo con una sonrisa) Se llama Carlitos.
Michael: (Saludándolo de mano a ¿pata?) Hola Carlitos, yo me llamo Michael ¿Cómo estás? (Respondiéndose el fingiendo ser el osito) Oh muy bien ¿Y tu Michael? (Ahora siendo él) También muy bien, pero ella no lo está.

Me hiso soltar una risita de lo tierno que se veía.

Michael: Mira Carlitos lo logramos, sonrió.
Sandra: Si es que Carlitos es muy buen osito y le gusta ver a su mamá feliz igual que si papá (Dije viendo a Michael)
Michael: ¿Sabias que te amo? (Dijo acercándoseme)
Sandra: No lo sé.
Michael: Pues te amo.
Sandra: Yo también.

Me beso y me fue haciendo para atrás quedando recostada en el sillón, puso a “Carlitos” en la mesita que estaba enfrente al sillón, pero me causo risa que lo puso de espalda para que “no nos vea”.

Y para que hacérselas larga ya se imaginaran que paso, si nos entregamos todo nuestro amor en la sala, en todas las partes de mi casa, hasta que el cansancio nos venció y quedamos rendidos sobre mi cama.

Al despertar por la mañana Michael no estaba, pero me dejo una nota diciéndome que había salido por unas cosas para preparar el desayuno, a lo cual yo me sorprendí ¿Cómo le hará para volver vivo? Si claro, como nadie reconoce a Michael Jackson (Sarcásticamente), me levante y me di un baño y me arregle, baje pero aun no llegaba, no se había llevado mi carro, a lo mejor se acababa de ir.

Me senté en la sala y divague un rato, hasta que decidí encender la computadora, empecé escribiendo una carta, si una carta para renunciar, no me quedaría ahí con el trabajando, no dejaría que se burlara de mi, termine de hacer la carta y la imprimí.

En todo este rato Michael en todo este rato no había venido y ya me preocupaba, así que decidí salir de la casa, y al pararme en el barandal y vi para los lados y en eso vi corriendo a Michael y me hacia señales de que me moviera, me hice a un lado y deje que entrara después nos metimos a la casa para cuando todas sus fan pasaron corriendo y gritando, yo empecé a reír.

Michael: (Agitado) No te rías.
Sandra: Lo siento pero es que ver a todas tus fans gritando se me hace muy gracioso.
Michael: (Recuperando el aliento) Con mis fan no te metas, son muy lindas… bueno cuando no me intentan arrancar el cabello (Dijo sobándose la cabeza)
Sandra: (Riendo) Ya tranquilo, dejare a tus fans, pero jajaja, creo que una peinadita no te aria mal.
Michael: No te rías, casi te dejan sin novio (Decía bromeando)
Sandra: Ya tranquilo, ven vamos a desayunar, que mas al rato tengo que ir al hospital.
Michael: ¿Qué vas a hacer?
Sandra: (Suspire) Renunciare.
Michael: Pero…
Sandra: Pero nada, trabajare a distancia con Richard.
Michael: Tienes todo mi apoyo.

Me dio un beso y después de arreglarse un poco el cabello comenzamos a hacer de desayunar y después lo comimos, y al poco tiempo emprendimos camino hacia el hospital, ahora yo si manejaba mi carro, llegamos y Michael bajo conmigo, me tomo de la mano y me dio fuerzas para entrar.

Sandra: Hola Violeta, ¿Esta el doctor Martínez?
Violeta: Si está en su consultorio.
Sandra: ¿Está ocupado?
Violeta: No, puedes pasar.

Me miraba raro, creo que había sido una de las personas que había escuchado la pelea que habíamos tenido, camine en dirección a su consultorio.

Sandra: Espérame aquí ¿Si?
Michael: ¿Segura?
Sandra: Si.

Me di media vuelta y entre al consultorio, y rápidamente dio vuelta a la silla donde se encontraba quedando frente a frente de mí, lo mire seriamente y le di la carpeta donde se encontraba mi renuncia.

Dr. Martínez: ¿Qué es esto?
Sandra: Mi renuncia.
Dr. Martínez: Que poco profesional eres.
Sandra: No me voy a quedar a escuchar sus tonterías.
Dr. Martínez: Espero que no te estés arrepintiendo de lo que estás haciendo.
Sandra: Yo jamás me arrepiento de lo que hago.
Dr. Martínez: No siempre tendrás un novio rico.

Me enojo tanto eso que me dijo, yo jamás estaría con Michael por dinero, lo mire enojada y el bien sabía que había cruzado el límite.

Sandra: Mida sus palabras, y no me importa si tengo un novio rico o no, yo eh salido sola siempre y esta no será la excepción.
Dr. Martínez: Lo dudo mucho, ya puedes irte.

Lo mire con odio y solo me di media vuelta y salí de ahí, trate de relajarme, pero no pude Michael me acompaño a donde estaba mi armario, si el que me habían dado apenas entre de enfermera, tome mis cosas y al salir de ahí me tope con Sebastián.

Sandra: Tampoco a ti te quiero ver, muévete.
Sebastián: Sandra, tenemos que hablar…
Sandra: (Enojada) Mira estoy de muy mal humor y contigo es con una de las últimas personas que quiero hablar, adiós.

Me di la vuelta tome mis cosas y la mano de Michael para salir de ahí casi corriendo, pero en la salida me encontré con Violeta.

Violeta: Se lo que paso…
Sandra: No quiero…
Violeta: Solo te quiero dar esto (Dijo dándome un papel) Es mi numero de celular, si necesitas algo aquí estoy, te quiero mucho amiga (Dijo y me dio un abrazo)
Sandra: (Devolviéndole el abrazo) Yo también, cuídate mucho.


Nos separamos me despedí de un beso en la mejilla y salí de ahí, mire por última vez el edificio del hospital, no volvería ahí, de eso estaba segura, no mientras el siguiera ahí, era un lindo recuerdo, pero quería borrarlo, olvidar que lo encontré, olvidar que estuve cerca de él y olvidar el daño que le hiso a mi familia, no solo renunciaba al trabajo, también renunciaba al odio y al rencor.

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Chicas y chicos que leen esta historia, plis comenten sus comentarios son lo que hacen que escriba esta historia, y bueno como ya avise por Facebook, esta historia llegara a su fin pero OJO FIN DE TEMPORADA, no es definitivo y el capitulo final sera el 57, bueno chicas y chicos por favor COMENTEN o si no me pongo triste, un beso cuidence.

domingo, 16 de octubre de 2011

Capitulo 54……… Te Prometo.


+En la sala con Mike, Quincy y Janet+

Estaban platicando mientras me esperaban platicaban de lo que habían hecho esos días sin verse, cuando Michael estalla de risa, a lo cual Quincy y Janet lo vieron con cara rara.

Janet: ¿Mike que te pasa?
Michael: (Viendo a Janet mientras reía) ¿Sabes a donde mande a Sandra a buscar el contrato?
Janet: Si a tu… (Abrió los ojos y se recargo en el sillón poniéndose una mano en la frente) perdón Michael pero eres un idiota.
Michael: Si lo se lo soy, ¿Por qué crees que me rio de mi mismo?
Quincy: Perdón, pero no entiendo nada.
Michael: Creo que hoy no podremos ver el contrato, va a surgir un pequeño problema.
Quincy: ¿Qué?
Janet: No quiero ser grosera, pero no creo que le gustara ver lo que pasara.
Michael: Te digo después ¿Si?
Quincy: Si, ya me están dando miedo.

Llevaron a Quincy a la salida.

+En el despacho+

Mis lagrimas resbalaban por mis mejillas y el dolo inundaba mi ser, no sabía cómo reaccionar, ante mi tenia la prueba de que no estaba sola de que había una persona más de mi familia a la cual yo conocía perfectamente, pero me dolía lo que venía escrito, la última vez que lo vieron con mi madre fue cuando le dijo de mi existencia, a lo cual él había reaccionado de una forma poco amable le había dicho que se fuera, según decía ahí.

Me levante de donde estaba sentada junte de nuevo esos papeles los puse en el sobre amarillo, me seque las lagrimas y salí por la puerta, pero antes de que pudiera salir de la casa alguien me tomo del brazo.

Sandra: Suéltame Michael.
Michael: Sandra, por favor relájate.
Sandra: (Me solté y lo voltee a ver) ¿Por esto estaban tan angustiados tu y Janet verdad?
Michael: Si, pero primero vamos a hablar las cosas.
Sandra: No quiero hablar ni contigo, ni con Janet solo con esta persona que me va a escuchar muy bien.

Lo mire y después me di la vuelta tomando mi bolsa y las llaves de mi carro.

Janet: Creo que no te hiso caso.
Michael: Vamos, cuando se enoja maneja horrible.

Entre al carro y Michael se puso enfrente.

Michael: Vamos Sandra, primero relájate y después si quieres te acompaño y hablamos con él los dos.
Sandra: Muévete.

Sabía que no me iba a calmar y él no quería estar enfrente de mi camino, se quito de enfrente y al momento de que el carro encendió emprendí camino hacia donde se encontraba “mi padre”.

Llegue en menos de lo que me esperaba, tarde una hora a donde quería llegar si al hospital “Good Samaritan” apenas llegue y como pude estacione el carro, todos se me quedaban viendo con cara de “¿Qué rayos te pasa?” yo solo hacia caso omiso a lo que decían de mi y murmuraban, yo solo iba con una persona en especia mi padre, el Dr. Martínez.

Llegue a su oficina y la abrí no me importaba si estaba con alguien o algo así, yo necesitaba hablar con el rápidamente el se volteo y me quiso regañar con la mirada.

Dr. Martínez: ¿Cómo te atreves a entrar así a mi oficina?
Sandra: ¿Y usted como se atrevió romperle el corazón a mi madre?
Dr. Martínez: (Sorprendido) ¿De qué hablas?
Sandra: De esto (Dije aventándole el sobre a lo que él cuando lo leyó solo me miro) ¿Cómo quiere que lo llame eh? ¿Henry Milk? ¿Antonio King? ¿O cómo?
Dr. Martínez: Sandra… esto…
Sandra: (Interrumpiéndolo) ¿Cómo pudo hacerle tanto daño a mi madre? Ella lo amaba, Carlos y yo somos sus hijos y usted nos desprecio, la hiso a un lado cuando supo que yo venía en camino solo “porque esto podría manchar su imagen” ¿Cómo pudo abandonarla a su suerte?
Dr. Martínez: ¿Por qué? ¿POR QUÉ? Sabía perfectamente que tu ni Carlos eran mis hijos, tu madre se metía con quien pudiera (Dijo acercándoseme para intimidarme)
Sandra: Ella usted ni nadie la insulta (Dije también intimidante)
Dr. Martínez: No la insulto ¿Quién con buenos principios se mete con un hombre casado?
Sandra: Usted la engaño.
Dr. Martínez: Acéptalo tu madre era ¡Una cualquiera!

Sentí tanta rabia que mi mano se tenso e hiso que se impactara en la mejilla de la persona que le había hecho daño a mi familia y ahora seguía haciéndolo.

Sandra: Es un desgraciado, yo no digo que mi madre era una santa pero no era una cualquiera, usted no va a volver a ensuciar el nombre de mi madre. Y le hago la misma pregunta ¿Quién con buenos principios abandona a una madre sotera a su suerte? (Una lagrima resbalo y la limpie rápidamente) No puede ser que hasta incluso a ella la dejo sola en México y también se haya venido a cambiar el nombre más de 20 o 25 veces.
Dr. Martínez: A mi ninguna mujerzuela me iba a mancha el nombre y menos con bastardos que ni siquiera eran míos.
Sandra: (No podía más sabia que si seguía agrediendo a mi madre o a mi hermano lo mataría ahí mismo) ¿Ensuciar qué? ¿A un hombre que solo se basa en apariencias? ¿A una persona que cuando supo que su única hija se quedo totalmente sola en vez de ayudarla se volvió a cambiar de nombre e incluso de ciudad? Usted no necesitan que le ensucien el nombre, usted solo lo hace.
Dr. Martínez: Mira jovencita yo no te permito…
Sandra: (Interrumpiéndolo) Yo no le estoy pidiendo permiso para nada, me da asco, no puede ser que usted sea así.

Me di la vuelta y vi a medio hospital enfrente a la puerta de la oficina del Dr. Martínez, si ese era su verdadero nombre, vi bien y entre la multitud sobresalían dos personas Michael y Sebastián, los cuales me miraban sorprendido, ¿Cómo había llegado Michael tan rápido? No sé y la verdad ni me importa.

Camine rápido y entre todos me hice un espacio pasando en medio de todos, solo me miraban sorprendidos y otros murmuraban, yo solo quería salir de ahí, no resistiría ya nada.

Michael: (Acercándose al Dr.) ¿Cómo pudo decirle todas esas mentiras a Sandra?
Dr. Martínez: Tú no entenderías nada.
Michael: Ni quiero entender.

Salió disparado buscándome pero yo me encontraba a varias calles corriendo desesperadamente, tratando de escapar de todo y de todos, mientras corría pequeñas gotas de agua caían desde el cielo y me empezaban a mojar, no pude más y me deje caer en la banqueta de un parque al cual llegue corriendo.

Me levante del suelo y me senté en la banca que se encontraba alado de donde caí, junte mis piernas y hundí mi cabeza en ellas, derramaba miles de lagrimas inclusive podía hacerle competencia a la tormenta que empezaba a caer sobre Los Ángeles.

Michael: (Agitado de tanto correr) ¡Sandra! (Volvió a correr hacia mí y me abrazo) Perdóname amor.
Sandra: Tú no tienes la culpa de nada, era mejor así, me hiciste abrir los ojos que la persona que yo tenía en un pedestal no es más que una basura.

Me abrace a él y me dejo derramar todas y cada una de las lagrimas que necesitaba, me sentó en sus piernas y me abrazo, levanto mi cara y me hiso que lo mirara.

Michael: Mi amor, deja de llorar el no vale la pena, nadie vale lo suficiente como para hacerte derramar lagrimas.
Sandra: Es que, la forma que hablo de mi madre, es un idiota.
Michael: Lo sé y a mí también me dolió de cómo hablo de Joanna, pero no vale la pena que tú derrames lágrimas por él.
Sandra: Tienes razón (Dije limpiándome las lagrimas) No mas no llorare mas, solo una perdona podrá hacerme llorar de nuevo y creo que esa persona jamás lo hará (Dije y lo señale)
Michael: Exacto, yo solo te are sonreír y reír hasta que no pueda mas.
Sandra: Te prometo no volver a llorar por nada y por nadie.