Capitulo 77……… Primeros Ensayos, Con Sorpresas Incluidas.

Ya había pasado una semana de estar yendo a los ensayos, en esta primera semana armábamos el conjunto de canciones que cantaría y estábamos intercalándolas con las de Michael, ahora empezábamos a crear algunas coreografías, para eso tenía que estar Michael conmigo.

El tiempo pasaba y mas iba agarrando el ritmo, mas no como una bailarina, pues tal vez tenia vos pero no tenía más que dos pies izquierdos.

Sandra: (Sentándome en el suelo) Oh por dios ¿Por qué no me dijeron que bailar era tan difícil?

Michael: (Se sentó a mi lado) No es difícil.

Sandra: Tu lo dices, porque eres bailarín yo no lo soy (Tome un poco de agua)

Con este pequeño tiempo que siempre estábamos juntos nos habíamos vuelto otra vez amigos, pues la convivencia nos hacia ser amigos.

Michael: Me gusta que volvamos a ser amigos.

Sandra: Si, a mi también.

Michael: Espero que podamos ser igual que antes.

Sandra: Claro, siempre y cuando te sigas comportando bien.

Dije riendo y el rio conmigo, después de un rato mas descansando continuamos ensayando, pues yo era muy torpe para bailar y Michael hacia su mejor esfuerzo para que me soltara.

Después de muchas horas de estar ensaye y ensaye terminamos lo que teníamos ese día y nos fuimos a descansar, en ese momento llego Sebastián con mi niña en brazos, yo me acerque ellos dos y la tome en mis brazos y le di un beso a Sebastián.

Sandra: ¿Qué haces aquí Sebas?

Sebastián: Vine a buscarte y a traer a Joanna con Michael (Dijo feliz) Lo nombra todo el día.

Sandra: Me imagino, ya lo ha de reconocer.

Baje a mi niña pues ya caminaba y a lo lejos miro a Michael, ella me soltó de la mano y salió corriendo, yo la seguí hasta que vi como Michael la tomo en sus brazos, yo me detuve y suspire.

Michael: Es muy traviesa ¿Verdad?

Sandra: Si, no tienes una idea (Sonreí) Salió igual de inquieta que tu.

Michael: Por algo es mi hija.

Sebastián se acerco a mí y me tomo de la cintura y miro muy desafiantemente a Michael, acto seguido Michael también lo miro igual, después desvió la mirada Joanna y sonrió.

Michael: ¿Y ese milagro que está aquí mi niña?

Sandra: Sebas la trajo para que te viera.

Michael: Qué considerado (Dijo con cierto sarcasmo) Esta gigante mi niña ¿Cuándo podre llevarla a Neverland?

Sandra: Cuando no estés ayudándome a ensayar para el concierto.

Reímos pero luego nuestras risas se interrumpieron al escuchar tres voces, las cuales discutían al acercarse a donde estábamos.

******: ¿Qué parte de que tengo que verla no entiendes?

++++: Entiende ella no quiere verte (Se escucho que algo se estampo en la pared)

******: Te dije que la veré.

+}+}+: Pues yo no dejare que le alteres los nervios.

******: Janet muévete.

Sebastián, Michael y yo nos acercamos mas a donde venían esas voces, las puertas se abrieron y nos dejaron ver a esas tres personas, eran Janet, Adrian y… el doctor Martínez.

Sandra: ¿Qué hace aquí? (Dije en susurro)

Dr. Martínez: Sandra (Se acerco a mi) Por fin te veo.

Sandra: ¿Qué está haciendo aquí señor?

Dr. Martínez: Es que tengo que decirte algo muy importante.

Sandra: (Suspire) No creo que usted y yo tengamos de mucho que hablar.

Dr. Martínez: Pero…

Sandra: Creo que todo lo que teníamos que decir lo dijimos ese ultimo día que nos vimos ¿O no lo recuerda?

Nos quedamos un momento cayados y miramos a nuestro alrededor, todo estaban ahí mirándonos y mi niña solo estaba sorprendida en los brazos de Michael.

Michael: Muy bien no ha pasado nada aquí (Dijo Fuertemente) Así que mejor salgan de aquí.

Poco a poco fueron abandonando el lugar hasta que quedamos Michael, Sebastián, Adrian, Janet, el Dr. Martínez y yo. Michael le hizo señales a Janet y estos salieron seguidos de Sebastián y Adrian, dejándonos a nosotros dos solos, yo lo mire enojada y luego me di media vuelta para tomar mis cosas.

Dr. Martínez: Por favor (Lo mire) Tengo que hablar contigo.

Sandra: ¿Qué me va a decir? ¿Va a volver a ofender a mi madre o a mi hermano? No gracias.

Dr. Martínez: Sandra es de algo serio, necesitamos conversar y que entiendas muchas cosas (Seguí recogiendo mis cosas y no lo mire) Bueno, estaré en este restaurant mañana hasta las 11, espero que llegues antes.

Me dio una tarjeta y se retiro, yo la tome entre mis manos y la mire, era la dirección y el horario en el que estaría, mas aparte su número de celular, al momento que escuche que se cerraba la puerta se volvió a abrir, se escucharon pasos, levante mi mirada y eran todos, solo guarde la tarjeta y comencé a caminar.

Sandra: Será mejor que nos vayamos (Dije tomando a mi niña) Estoy muy cansada (Mire a Michael) Mañana seguiremos ensayando.

Salí y Sebastián me seguía, subimos al auto y comenzamos a ir al apartamento pues ahí era donde ya vivíamos, Adrian se había cambiado a vivir a un departamento que había comprado y pues ya no necesitaba mi casa, entramos y ahí estaba Richard, solo lo mire y seguí caminado, Sebastián se quedo con él, probablemente explicándole todo lo que había pasado.

Recosté a mi niña y yo me di un baño para relajarme, al terminar me cambie y me senté frente a la ventana dejando que aire fresco entrara por ella, mire mi bolsa y de ella saque la tarjeta.

Sandra: Uf… ¿Debería de ir? (Mire una fotografía de mi mama y mi hermano conmigo) ¿Por qué no están cuando los necesito? ¿Qué debo de hacer? (Mire la luna que estaba adornada con las estrellas a su alrededor) Parece que no salgo de una para meterme en otra, será mejor que me duerma y lo aclare con la almohada.

Me puse en mi cama boca arriba hasta que mis ojos se cerraron por el cansancio de mi cuerpo. A la mañana siguiente me levante más temprano que de costumbre, pues algo me hizo despertar, eran las 6 de la mañana, me arregle y mire mi reflejo en el espejo del peinador de mi habitación, luego mi vista se desvió a la tarjeta que estaba a un lado, decía que iba a estar desde las 8 hasta las 11. Mire mi reloj 7:30 marcaba, ¿Sería buena idea ir? No lo sabía, pero al parecer lo descubriría, entre sigilosamente a la habitación de Richard y le puse el comunicador que estaba enlazado al de mi habitación, pues Joanna todavía dormía  y cuando comenzara a llorar quería que alguien la escuchara y fuera por ella, claro que le deje una nota diciéndole que había salido.

Tome mi auto y comencé a manejar hasta el lugar donde se encontraría el Dr. Martínez, llegue a eso de las 8:30 o un poco más, pues había trafico e iba muy lento, llegue y le di las llaves al chico que los estacionaba, suspire y luego entre, mire para todos lado y luego lo localice mirando su reloj de bolsillo y guardándolo, levanto la mirada y me miro, comencé a caminar hasta donde se encontraba, me senté y los dos nos quedamos cayados, mas no por mucho pues tenía mucho que preguntarle y ahora no me detendría nada ni nadie en preguntar hasta el cansancio.