Trailer De La Enfermera De Mi Corazón

martes, 25 de junio de 2013

Capítulo 93……… Este No Es Nuestro Final.

+Septiembre de 1989+

Estaba caminando por todos los jardines de Neverland, otra vez Joanna me estaba jugando la broma de esconderse, mas siempre lo hacía bien. Eso se lo había aprendido a Michael, él también me ayudaba a encontrarla. Pasaba por uno de los arboles más grandes, el favorito de Michael, subí hasta él intentando encontrar a Joanna allí, pero no estaba.

Camine mucho rato hasta que escuche como unos cuantos arbustos se movían, me acerque sigilosamente y en efecto allí estaba Joanna, la tome en mis brazos y comenzó a reír.

Sandra: Por fin te encontré (Le sonreí) Sabes que no me gusta que te alejes tanto de la casa.
Joanna: Si lo siento mami.
Sandra: Bien, vamos que tu padre y todos te andan buscando mi amor.

La lleve cargando y ella me contaba todo lo que había jugado en este tiempo, yo solo le sonreía y la escuchaba atentamente. Llegamos a la casa y allí ya estaba Michael, Soco, Janet y Adrián. Me miraron y sonrieron con alivio.

Michael: ¿Dónde te habías metido mi amor? (Dijo tomando a Joanna en sus brazos)
Joanna: Estaba cerca de tu árbol… ese grandísimo.
Michael: No te vayas tan lejos, te puedes perder.
Joanna: Si ya le prometí a mi mami que no me iría lejos.
Michael: Bien, ve con Soco, ya vamos a comer.
Joanna: Si.

Se desprendió de los brazos de Michael y se fue tras de Soco. Sonreí, pues hacia tan poco era una pequeña bebe que tenía en mis brazos y ahora una niña tan feliz, tan sana y llena de alegría.

Michael: ¿En qué piensas linda? (Dijo tomándome de la cintura)
Sandra: (Puse mis brazos en su cuello) Recordaba cuando la tenía pequeña… me doy cuenta que crese muy rápido… siento que en cualquier momento me traerá a su primer novio o me pedirá un consejo para un chico.
Michael: Espero que con lo de novio se espere… por lo menos a los 30 años.
Sandra: Eres un padre muy celoso.
Michael: ¿Qué quieres? Es mi pequeña princesa (Beso mis labios) ¿Sabes? Hoy te tengo una sorpresa… nos vamos a las 8 de la noche así que te quiero lista.
Sandra: ¿Y a donde me vas a llevar?
Michael: No… es una sorpresa no te diré (Se alejó de mi) Janet sabes a lo que viniste.
Janet: Si ya lo sé Peter (Me tomo de la muñeca) Te la tendré lista en el menor tiempo posible.

Rápidamente comenzó a caminar llevándome con ella, subimos las escaleras y nos metimos en una habitación vacía, me pidió que me bañara y me relajara lo más posible, que ella me dejaría hermosa para esta noche.

Cuando salí comenzó a peinarme y secarme el cabello, en todo este tiempo todo iba muy bien, mi disco era uno de los más vendidos y que decir de mi empresa, Michael estaba enterado de todo lo que yo tenía y todo lo que yo era. Nos contamos muchas cosas que no habíamos tenido tiempo de decirnos.

Cuando termino de hacerme y deshacerme peinados y maquillarme me dio un vestido rojo que ella misma había escogido. Cuando por fin estuve lista habían pasado cerca de 2 horas y ya iban a ser las 8 de la noche, ambas nos sonreímos y decidimos que ya era hora de bajar. Suspire y acompañada de Janet baje a la sala.

Mientras bajaba las escaleras miraba a Michael que estaba con Joanna enfrente, la cual le estaba arreglando la camisa y el cabello. Ella se divertía mucho agarrando su cabello, me escucharon bajar y Michael se volteo hacia mí, me sonrió al igual que mi pequeña.

Joanna: Mami te vez hermosa…
Sandra: Gracias pequeña.
Joanna: ¿Algún día seré igual de hermosa que tú?
Sandra: Un día serás más hermosa que yo mi amor… créeme que ese día ya llego (Bese su frente)
Michael: Mi pequeña lo dice y yo lo reitero… Estas hermosa (Me ofreció su brazo) ¿Nos vamos?
Sandra: (Tomando su brazo) Claro… vamos (Mire a Janet) Ustedes se quedaran con Joanna ¿Verdad?
Adrián: Así es prima, no te preocupes por nada…
Janet: La cuidaremos muy bien.
Michael: Gracias y que no se duerma tarde ¿De acuerdo?
Janet: Si Michael, ya váyanse.

Sonreímos y nos despedimos de todos, para luego salir y subirnos a uno de los autos de Michael. Mientras íbamos al lugar donde Michael me quería llevar íbamos platicando de muchas cosas, cuando parábamos en un semáforo me robaba besos. Parecía como si volviéramos a ser los novios que antes fuimos. Llegamos a un hermoso, muy hermoso, restaurante, estaba casi vacío, solo unos cuantos artistas famosos estaban allí, saludábamos desde lejos y nadie se interrumpía.

Llegamos a una mesa que estaba arreglada con velas y flores, nos sentamos y yo le sonreí. Tomo mi mano y la beso.

Sandra: Amo cuando tienes estos detalles conmigo… pero sabes que no tienes que llenarme de estos detalles cada semana.
Michael: Lo hago porque me gusta ver tu rostro cuando te traigo a algún lado lindo… ahora toco un restaurante formal.

Seguimos platicando y trajeron una cena deliciosa, ambos estábamos platicando de cosas que nos ponían felices, recordando alguna cosas cuando nos conocimos, eso nos hacia reír en especial cuando ambos nos habíamos caído en la alberca y fue unas de las primeras veces que había intentado besarme.

Sandra: Sin duda no me arrepiento todo lo que eh vivido contigo.
Michael: Créeme que yo tampoco y lo volvería a repetir con tal de volverte a tener a ti y a mi pequeña.
Sandra: Yo igual… viviría una y otra vez los buenos y los malos momentos.

Nos sonreímos y seguimos con lo nuestro, ambos no parábamos de sonreír y festejar que otra vez ambos estábamos juntos y que nos quedaríamos así por un largo tiempo.

Michael: ¿Sabes? Me gustaría sellar esta hermosa velada con algo que tal vez no te esperabas…
Sandra: ¿A si? ¿Con que?
Michael: (Se levantó y se arrodillo) Con proponerte que estés toda la vida conmigo… con pedirte que pase lo que pase estés siempre a mi lado… con pedirte que (Abrió una cajita azul y mostro un hermoso anillo) me concedas el honor de ser mi esposa.

Lo mire por un par de segundos esperando que fuera una broma, pero no solo estaba allí con su hermosa sonrisa que me contagio al instante, así que me abalance a su cuello y bese sus labios mientras algunas lágrimas de felicidad se salían de mis ojos.

Michael: ¿Eso es un sí?
Sandra: ¡Claro que sí!

Me volvió a besar y coloco el anillo en mi dedo anular izquierdo, le sonreí y el a mí. Me volvió a besar y se escuchó el aplauso de todas las pocas personas que estaban allí.

Ambos sonreímos y me abrazo fuertemente ¿Qué más podría ser perfecto? Tenía todo lo que quería, una persona que me amara, a mi pequeña Joanna. No quería nada más que esta vida que estaba viviendo.

Después de que comimos el postre decidimos irnos del restaurante, nos paramos en un mirador que dejaba ver toda la hermosa ciudad, yo sonreí y Michael me abrazo por detrás mientras daba un leve beso en el cuello.

Sandra: Te amo Peter.
Michael: Y yo a ti Wendy.

***

+5 de agosto de 1990+

¿Esa de allí era yo? ¿De verdad ese era mi rostro, mi cabello? No podía creer todo lo que miraba, mi cabello estaba envuelto en un raro chongo detrás de mi cabeza, mi cara estaba maquillada ligeramente y me hacía ver realmente hermosa.

Estaba parada frente a un espejo de cuerpo entero, detrás de mi cabeza caía un vello blanco, este estaba atado a mi chongo. Mi cuerpo estaba envuelto en un hermoso vestido de color blanco, este se adhería perfectamente a mi cuerpo haciéndome ver hermosa. Jamás me había visto tan hermosa como en ese momento. De eso estaba segura.

Me miraba de pies a cabeza, hoy era uno de los más hermosos día de mi vida, hoy me casaba con el hombre que amaba con todo mí ser, hoy me casa con la persona y no el artista, hoy me casaba con mi Peter Pan, con mi Michael. Escuche como tocaban mi puerta y después de eso se abría, era mi padre, al entrar me miro y lo hizo con mucho asombro, se acercó a mí y vi lágrimas caerle de los ojos, pero a pesar de eso sonreía.

Roberto: No puedo creer que mi hija ya se vaya a casar… te ves hermosa mi vida, tu madre y tu hermano estarían muy orgullosos por la gran mujer y madre que te has convertido.
Sandra: Daria lo que fuera por tenerlos aquí… pero contigo conmigo, con Miguel todo es mejor…

Las lágrimas querían salir de mis ojos y algunas lágrimas traicioneras lo hicieron, me estaba casando con el amor de mi vida y mi padre estaba conmigo. Miguel  para mí era como un padre, él estuvo allí conmigo cuando más lo necesite, a ambos los amaba con todo mi corazón y ambos estaban conmigo.

Sandra: Gracias papá por estar aquí.
Roberto: Gracias por perdonarme mi vida (Me limpio las lágrimas) Arréglate un poco el maquillaje… ya es hora de que salgas… todos te están esperando.

Solo asentí y me fui a retocar el maquillaje, sonreí a mi padre y este a mí, lo tome del brazo y salimos del cuarto de hotel, caminamos y llegamos a donde sería la boda, todo estaba hermosamente arreglado, la mesas, el altar. Todo, todo era hermoso, una hermosa vista al mar lo hacía más hermoso de lo que ya era.

Al inicio del altar se encontraba Miguel, ambos me entregarían al hombre que amaba y que me amaba, tome del brazo a Miguel y tenía a mis dos padres a mis extremos, cuando la marcha nupcial comenzó a sonar mi cuerpo se tensó, ya era el momento. Comenzamos a caminar y Michael me miraba desde el final de altar. Se miraba guapísimo con su traje negro, mas tenía su toque, algunas hebillas que simplemente me encantaba.

Llegamos y nos encontramos frente a frente, Miguel fue el primero en soltarme, dio mi mano izquierda a Michael y lo miro fijamente.

Miguel: Cuídala… es lo más valioso que tengo aparte de Cristal.
Michael: Así lo hare.

Enseguida mi padre le dio mi mano derecha y cuando Michael y yo las juntamos nos apretó las manos y nos dijo.

Roberto: Espero que sean muy felices juntos que siempre lo estén y que cuides a mi pequeña, la amo y no quiero que la lastimes ¿Okey?
Michael: Jamás lo hare se lo aseguro.

Ellos se alejaron y Michael y yo subimos hasta el alatar, allí estaba el juez que nos iba a casar. No podía contener mis lágrimas, menos cuando tenía a Michael tomado de la mano mirándome a los ojos y diciéndome que juraba amarme por el resto de mis días. Con un acepto de parte de ambos se selló aquello y nos deslizamos los anillos por el dedo anular, cuando puse el anillo en su dedo levante la mirada y mire sus ojos, estaban más hermosos que nunca. Ambos sonreímos y unimos nuestros labios dando por terminada la ceremonia. Enseguida sentimos los flashes y lluvia de pétalos a nuestro alrededor, nuestra pequeña se acercó rápidamente a nosotros y Michael la subió a sus brazos y los tres nos tomamos fotos, la hermosa familia que habíamos pensado alguna vez Michael y yo ahora existía.

Después de la ceremonia y de algunas fotos en el altar y con los invitados fuimos a la otra parte del hotel donde se celebraría una fiesta, Michael y yo habíamos organizado la boda de nuestros sueños, nos sentamos en una mesa que compartíamos con Janet, Adrián, Cristal, Miguel, mi padre, y los padres de Michael, aunque Joseph no estaba mucho en la mesa, Katherine si, también la compartíamos con Elizabeth.

Michael: Fue muy hermosa la ceremonia.
Sandra: Si, lo fue… más porque ahora soy tu esposa.

No parábamos de darnos besos y decirnos cuanto nos amábamos, no queríamos que ese momento terminara. Después de un tiempo una hermosa balada comenzó a sonar y fuimos en medio de la pista y comenzamos a bailar, era todo con el hermoso. Me cantaba la canción al oído y me susurraba hermosas palabras.

En un momento cuando ya el sol se había escondido completamente le pedí a Michael que saliéramos a la playa, este asintió y dejo a Joanna con Janet, tome mi vestido subiéndolo un poco y comenzamos a caminar por la playa. Me tomaba de la cintura y no me soltaba para nada. Yo había tomado un pequeña mochila que tenía guardada en el respaldo de la silla.

Michael: ¿Qué traes en la mochila?
Sandra: ¿Recuerdas… que una vez te dije que mi madre y Carlos querían que los convirtiera en ceniza porque no les gustaban los ataúdes? (Él asintió) Me hicieron prometerles, de algún modo, que cuando ya no necesitara tenerlos cerca que dejara sus cenizas en el mar.

Baje la mochila y saque dos urnas de allí dentro, él me miro con curiosidad y yo le sonreí.

Sandra: Ese día llego hoy… sé que ya puedo dejarlos ir y que no me hará tanta falta su ausencia…

Abrí la primera urna, donde estaba mi madre, suspire y me acerque a la orilla del mar, quite mis zapatillas y el agua toco mis pies, Michael se remango el pantalón y se quitó los zapatos y se puso a mi lado. Suspire y después de pensar bien la cosas comencé a vaciar el contenido en el agua.

La ceniza se perdía cuando tocaba el agua salada, sin poderlo evitar comencé a sentir un vacío dentro, pero sabía que ellos ya tenían que ser liberado de mí, yo no los dejaba descansar y no era justo. Así mismo lo hice con el de Carlos, vertí aquella ceniza en donde lo había hecho con la de mi madre. Cuando el contenido llego a su fin cerré los ojos y avente ambas urnas lejos de mí, sentí como Michael me abrazaba y me daba fuerza, pues esto no era nada fácil.

Michael: Tranquila linda… todo está bien… será mejor que regresemos.
Sandra: Espera, aún falta una.

Tome la última urna que tenía, aquella que no tenía mucho tiempo conmigo, la de Sebastián, Michael me miro sorprendido y luego puso las manos en la urna y evito que la abriera.

Michael: No tienes que hacerlo.
Sandra: Sabes que si… es egoísta que ate personas a mi cuando se merecen descansar… aparte sería un buen comienzo.

Comencé a vaciarla y al igual que las otras dos urnas se vacío por completo y suspire, era difícil, doloroso, pero tenía que seguir con mi vida, con mi familia y con todo lo que viniera adelante.

Sandra: Ahora si será mejor irnos (Dije sonriendo)
Michael: Vámonos amor (Me beso)

Salimos del mar y tomamos nuestros zapatos, comenzamos a caminar agarrados de la mano.

******: ¿Se van tan pronto?

Ambos nos detuvimos, a pesar de que había pasado tanto tiempo que no habíamos escuchado aquella voz la reconocimos, él se sorprendió más que yo y ambos nos volteamos, sonreí, pues allí estaban, mi madre, mi hermano y Sebastián.

Michael: ¿Cómo es posible? (Dijo sin aliento)
Joanna: ¿Te sorprende? (Ella miro a Michael)
Michael: Un poco… ¿Esto… esto… es real?

Se acercó y estuvo a punto de tocar a mi madre a lo que yo le aleje la mano, este me miro extrañado y yo me aclare la garganta.

Sandra: Cuando ellos murieron yo… yo por alguna razón comencé a verlos, intente tocarlos y solo recibí una quemadura por eso (Le mostré mi mano) Jamás he podido tocarlos… (Mire a los tres y sonreí) ¿Qué hacen aquí?
Carlos: Venimos a felicitarlos… por fin están juntos… nada ni nadie pudo separarlos.
Sebastián: Es la mejor noticia que recibimos… cuando supimos que hoy era tu boda… no sabes lo felices que los tres estamos.
Sandra: Yo… no saben lo feliz que estoy de volverlos a ver… pensé que me abandonarían.
Joanna: Sandra, vez, jamás te hemos abandonado.
Sandra: Si, lo sé, todos los días los siento cerca de mí y sé que me cuidan. En especial Carlos.
Carlos: Que bien me conoces, pero queremos decirte una cosa.
Sandra: ¿Cuál?
Joanna: Hoy es un día muy especial y sé que él te hará feliz y te dará mucho amor y sabrá cuidarte de todos los tropiezos que tengan como los que tuvieron.
Sandra: Gracias mamá él me ama y yo lo amo tanto y sé que hemos pasado por mucho pero gracias a ti y a mi hermano hemos salido adelante.
Joanna: Ustedes han salido adelante solos.
Sandra: Los quiero tanto.
Joanna y Carlos: Nosotros también.
Sandra: Siento como… si fuera un dejavu… sé que esto ya ha pasado.
Sebastián: Paso… pero bueno… solo había sido un sueño.

Mi madre se acercó a mí, miraba en sus ojos algo que extrañaba de hace tanto tiempo, esa mirada que jamás podría olvidar, esa mirada de amor y orgullo, ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que la había visto? No sabía, pero había sido mucho, cuando la mire estaba de su altura y pude darme cuenta lo iguales que eran ella y mi pequeña Joanna, inconscientemente deje derramar lágrimas.

Sandra: Mi hija… es idéntica a ti… cuando la veo sonreír te veo a ti…
Joanna: Mi vida… se fuerte por esa pequeña… por ti y por Michael ¿Si? (Yo asentí pues me era imposible hablar)

Me sonrió y luego se terminó de acercar, sentí como sus manos tocaron mis brazos y espere a sentir dolor, pero no fue así, sentí sus calor, sentí sus dedos sobre mi piel, la mire unos segundos y comencé a subir mis manos, al estar cerca de su cara vacile un momento pero luego junte mis manos en sus mejillas, podía tocarla, podía sentirla. Sin esperar la atraje contra mí y la abrace fuertemente mientras comenzaba a llorar.

Años sin poder tocar a mi madre, años sin poderle dar una caricia, un abrazo me eran recompensados en ese momento, sentí como ella también me abrazaba fuertemente y sin duda algo en mi volvió. No tenía ganas de separarme, pero ella lo hizo.

Sandra: ¿Cómo es posible?
Joanna: Es… que los tres nos iremos… ya es hora que los tres nos vayamos.
Sandra: ¿Qué? (Dije en susurro)
Carlos: Es hora que nosotros nos vayamos a descansar…

Él también se acercó y me rodeo rápidamente en sus brazos, millones de recuerdos volvieron a mi cuando sus brazos me rodearon, mi hermano, mi padre por mucho tiempo, mi ejemplo. Él era todo, era mi hermano. Beso mi cabeza mientras me decía “mi princesa” hacia tanto que no escuchaba que me dijeran así que había olvidado lo hermoso que se sentía que me lo dijera él.

Sebastián se acercó a mí, primero miro a Michael y yo también, este solo le sonrió y Sebastián me envolvió en sus brazos, jamás pensé volver a sentir un abrazo de estas personas tan importantes en mi vida, pero todo lo que sufrí con su partida se recompensaban en ese mismo momento.

Sandra: Los amo tanto… a todos.
Joanna: Y nosotros a ti mi niña…
Carlos: Mamá, es hora de irnos…
Joanna: Si, lo se…

Me miro y abrazo por última vez, me tomo del rostro y me beso la mejilla, ambas estábamos derramando lágrimas, pues sabíamos que en mucho tiempo no podríamos estar así, que tendría que pasar demasiado tiempo antes de volvernos a abrazar, Carlos hizo lo mismo, me dijo cuanto me amaba y beso mi frente, pocas veces lo había visto llorar y esa fue una de esas pocas. Sebastián me deseo lo mejor y beso mi mejilla. Michael estaba conmovido por todo y se acercó a mi hermano, su mejor amigo de hace mucho tiempo, se abrazaron y se dijeron adiós sin decir una sola palabra.

Nos miraron por última vez y ellos comenzaron a caminar hacia el agua, esta parecía dura como el pavimento pues los dejaba caminar sobre ella, de pronto solo vimos como los cuerpos de ellos se iluminaban y desaparecían lentamente como si fuera un espejismo, ambos miramos al cielo y vimos 3 estrellas que brillaban fuertemente, la tres estrellas nos decían adiós, para perderse entre el cielo.

Michael: ¿Esta bien amor? (Dijo preocupado)
Sandra: Mejor que nunca (Le sonreí)
Michael: Ven vamos… ya mero es hora de irnos de luna de miel…
Sandra: No me dijiste nunca a donde iríamos… ¿A dónde vamos a ir?
Michael: Mmm…. Es una sorpresa.

Caminamos a donde estaba la fiesta y el tiempo paso demasiado rápido, poco a poco se fue vaciando el lugar y nos quedamos solo los más cercanos.

Elizabeth: ¿Cuándo se van de luna de miel?
Michael: Ahora, no queremos que los paparazis nos sigan… así que decidimos irnos hoy.
Joanna: ¿Se van por mucho tiempo mami?
Sandra: No, volveremos en un mes… pero te vamos a estar hablando a diario.
Joanna: Muy bien… pero me traerán un hermanito ¿Verdad?

Ambos reímos y no miramos. Cuando dio la hora subimos a la habitación y nos pusimos algo mas cómodo para viajar, tomamos las maletas y nos despedimos de todos, fuimos al aeropuerto y entremos al avión privado de Michael, había, por fin, superado el miedo a los aviones, así que cuando ya estábamos volando nos quedamos dormidos.

Michael: Amor… despierta ya llegamos.

Abrí mis ojos lentamente y sentí que el avión estaba detenido, nos levantamos de los asientos y bajamos del avión y mire a mí alrededor, era París, le sonreí, pues era una de las ciudades que más quería visitar.

Sandra: Amo este lugar…

Llegamos al hotel y al entrar a la habitación Michael me tomo de la cintura y me beso mientras me hacía caminar hasta la cama, nos acostábamos mientras nos besábamos y nos decíamos cuanto nos amábamos.

Sandra: Amo este final mi amor.
Michael: No amor, este no es nuestro final… apenas es un inicio (Nos sonreímos) No me cabe duda que encontré a La Enfermera De Mi Corazón.
Sandra: (Me iba a besar pero lo detuve) No, ya no soy enfermera, doctora Sánchez por favor.

Ambos reímos y nos dejamos llevar por lo que sentíamos, volvíamos a encontrarnos y a decirnos cuanto nos amábamos, pero como él había dicho, este no es nuestro final, solo era el inicio de la mejor novela que comenzaba a escribir.


Fin.

(¯`•._++++++++++++++++++++++++++++_.•´¯)

Me siento muy afortuna de haber podido llevar a ustedes esta historia de amor, sé que no eh cumplido la promesa de escribir aunque solo una persona me lea, tengo que decirles que en este tiempo que no eh podido comunicarme con ustedes me han pasado una serie de eventos que lejos de ayudarme me han estado a punto de destruir, no llevo una vida fácil y la verdad es que casi nadie la conoce, eh tenido problemas, demasiados problemas y por lo mismo no eh podido estar aquí con ustedes, hoy termino un capítulo en mi vida que fue toda esta novela, me siento orgullosa pues creo que no termino tan mal. Chicas las que me han dejado comentarios y/o links diciéndome que pase a leer sus novelas créanme que los eh visto y las eh leído… no completas pues no eh terminado pero las eh estado leyendo.

Hay algo que les diré, iba a dejar olvidada esta novela y la otra que tengo vigente, pero comencé a leer los comentarios que escribieron en los últimos capítulos. Muchas dicen que son Fans de mi novela, una chica en especial dijo que me admiraba y que yo era su inspiración, que le encanta mi manera de redactar y fue allí donde me dije que mi trabajo no era en vano y que si aquí en el exterior tenía problemas por lo menos en el mundo de la lectura podía dejarlos de lado. Sé que esa chica reconoció lo que dijo, porque me invito a su blog a leer, no diré el nombre, pero si ella se reconoció entre mis palabras te agradezco que me hayas hecho ver lo mucho que a otras personas les importa mi trabajo, que lo haga bien o mal, es para ustedes.

Gracias por sus comentarios, por sus palabras de aliento, esto fue el último capítulo de “La Enfermera De Mi Corazón” y sin ustedes mis lectoras sé que esto no habría llegado ni al capítulo 10. Seguiré con mi otra novela, mas no prometo escribir una nueva, por el momento, solo me resta decir gracias por su apoyo y espero verlas pronto.

Sandy Jackson.

5 comentarios:

  1. APLAUSOS... DEJAME DECIRTE QUE ESTE FINAL ESTUVO SIMPLEMENTE HERMOSO, ME ENCANTO *-* UN FINAL DE ENSUEÑO, VALIÓ LA PENA ESPERAR :) TANTO HE, LO QUE LAMENTO ES QUE SE TERMINO Y YO LLEGUE TARDE ESPERO QUE ESCRIBAS OTRA NOVELA, HASTA PRONTO DE GEMA :)

    ResponderEliminar
  2. La novela estubo maravillosa, que encanta como escribes, tu forma de redactar la hisoria es magica, haces que te trasportes con cada linea que vas leyendo. Espero que nos sigas maravillando con tus novelas que son realmente hermosas. Me alegro muchisimo de haverla leido.

    Espero segir leyendo tus novelas.. besos

    ResponderEliminar
  3. Esta muy bonita la novela

    ResponderEliminar
  4. me encanto esta novela estuvo hermosa

    ResponderEliminar